Factores nutricionales como factores de riesgo para desarrollar LPH: Revisión temática

Antecedentes: El labio y paladar hendido (LPH) es una de las alteraciones congénitas craneofaciales más frecuentes, es de etiología multifactorial compleja y entre los factores que se han identificado están los genéticos, socioculturales y ambientales. La nutrición de la madre, durante toda su vida,...

Full description

Autores:
Franco Jaramillo, Lizeth Paola
Garcia Montejo, Valentina
Ortiz Patiño, Olga Lucia
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2022
Institución:
Universidad El Bosque
Repositorio:
Repositorio U. El Bosque
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unbosque.edu.co:20.500.12495/9582
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12495/9582
Palabra clave:
Labio y paladar hendido
Nutrición
Alimentación
Hendiduras orofaciales
Cleft lip and palate
Nutrition
Feeding
Orofacial clefts
WU 100
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
Description
Summary:Antecedentes: El labio y paladar hendido (LPH) es una de las alteraciones congénitas craneofaciales más frecuentes, es de etiología multifactorial compleja y entre los factores que se han identificado están los genéticos, socioculturales y ambientales. La nutrición de la madre, durante toda su vida, se ha detectado como posible factor de riesgo para la presencia de hendiduras faciales. Son pocos los estudios que incluyen la asociación entre la alimentación materna y el riesgo de desarrollo de LPH. Objetivo: Describir y analizar los resultados de estudios que aborden las implicaciones de la nutrición materna antes y durante el embarazo, en el desarrollo del feto y la presencia de hendiduras labio-palatinas. Materiales y Métodos: Se realizaron búsquedas por diferentes temáticas en las bases de datos Embase, Pubmed y Rayyan. Se realizó una revisión de los artículos. Se seleccionaron 27 artículos que se consideraron relevantes para la temática. Resultados: Se encontró que las dietas balanceadas y altas en nutrientes podrían incluso poseer un factor de protección para LPH y que, por el contrario, las dietas bajas en proteínas, vitaminas y otros micronutrientes podrían ser consideradas como facilitadoras para la presencia de LPH. Sin embargo, se necesitan realizar más estudios para definir los alimentos y nutrientes específicos que pueden ser un factor de riesgo para esta malformación, ya que estos son limitados. Conclusiones: El cuerpo de la mujer, como dador de vida, debe incluir dietas balanceadas desde edades tempranas para eliminar este factor de riesgo en el momento que decida ser madre. Los gobiernos deben conocer esta asociación con el fin de incluir y priorizar dentro de las políticas de salud la correcta alimentación. Igualmente, las mujeres deben conocer este riesgo a la hora de implementar dietas y corrientes ideológicas para que tengan conocimiento de los riesgos que se pueden generar durante la gestación.