La ludopedagogía en el contexto escolar tejiendo imaginarios desde una pedagogía planetaria

RESUMEN: "Entramar, hilvanar, anudar y desanudar sentires; sentires, emociones que pueden ser tejidas, cosidas y remendadas, son acciones propias que hacen parte de un tejido común que nos une a través del tiempo, que nos conecta con la red nodal de la que hacemos parte en la tierra y desde la...

Full description

Autores:
Ríos Ochoa, Laura Milena
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad de Antioquia
Repositorio:
Repositorio UdeA
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/23259
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/10495/23259
Palabra clave:
Enseñanza de las ciencias sociales
Social science education
Saberes ancestrales
Pedagogía planetaria
Lúdica
http://vocabularies.unesco.org/thesaurus/concept64
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.5/co/
Description
Summary:RESUMEN: "Entramar, hilvanar, anudar y desanudar sentires; sentires, emociones que pueden ser tejidas, cosidas y remendadas, son acciones propias que hacen parte de un tejido común que nos une a través del tiempo, que nos conecta con la red nodal de la que hacemos parte en la tierra y desde la tierra. Ese tejido toca cada uno de los ámbitos de la existencia y nos acompaña a lo largo del camino. El presente tejido materializado en códigos alfabéticos pretende adentrarse en la relación entre la Escuela, la Ludopedagogía y la Pedagogía Planetaria como potenciadores de escenarios interculturales, ante las prácticas y trasfondos que sostienen y alimentan la idea en el imaginario colectivo de que existe solo una forma de ser, estar y sentir correcta, buena, moderna. Sugiriéndose el Canasto Intercultural como un elemento simbólico y tangible que posibilita visibilizar saberes y prácticas ancestrales, locales y populares desde otras latitudes que han sido invisibilizadas, permite reconocer otras formas, otros mundos posibles, otros relatos, otros otros y otras. Ello implica resignificar el concepto mismo de juego en el contexto escolar, e implica el reconocimiento de aprendizajes y desaprendizajes que no sólo tejen el caminar, sino también desentraman el tejido mismo.