Producción sostenible de cerdos alimentados durante la fase de ceba con porquinaza.

Los modelos de nutrición importados para los monogástricos (cerdos), obtienen la proteína y la energía de dos grupos particulares: las tortas de oleaginosas y los granos de cereales, con alta tasa de dependencia de estas fuentes y en alto grado de competencia con recursos alimenticios de consumo hum...

Full description

Autores:
García Duarte, Oscar Mauricio
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2004
Institución:
Universidad Cooperativa de Colombia
Repositorio:
Repositorio UCC
Idioma:
OAI Identifier:
oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/13374
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12494/13374
Palabra clave:
Porquinaza
Fermentación
Melaza
TG 2004 MVZ 13374
Rights
closedAccess
License
Atribución – Sin Derivar
Description
Summary:Los modelos de nutrición importados para los monogástricos (cerdos), obtienen la proteína y la energía de dos grupos particulares: las tortas de oleaginosas y los granos de cereales, con alta tasa de dependencia de estas fuentes y en alto grado de competencia con recursos alimenticios de consumo humano. Para el desarrollo del estudio se tomó una muestra aleatoria de 60 cerdos machos castrados F1 que iniciaban la fase de ceba, con un peso promedio de 49.42 kilogramos, producto del cruce de Pietrain por Large white inglés, con 110 días de nacidos, a los cuales hasta esta etapa de desarrollo se habían manejado de modo tradicional (explotación intensiva), habian sido sometidos al plan sanitario convencional para la zona, alimentados con concentrado comercial en su fase de preiniciación, iniciación, levante y en general todos mostraban un desarrollo acorde a los parámetros normales para la fase en la cual se inició el estudio. Se repartieron en tres grupos al azar (20 cerdos por grupo) para evaluar la respuesta al suministro de tres raciones alimenticias, a los cuales se les realizó un pesaje quincenal para medir los incrementos en gramos y la conversión alimenticia por grupo. De igual manera se tuvo en cuenta la grasa dorsal como parámetro para evaluar la respuesta de los animales a la dieta suministrada a través de un instrumento diseñado para tal fin, conocido como medidor de grasa dorsal, el cual se utilizó en el total de cada lote. Los resultados obtenidos, al cuantificar la ganancia diaria de peso, detectaron diferencias significativas (P<.01) entre el grupo B (0.61kg/día):80% de alimento concentrado + 20% de porquinaza, y los grupos T (0.84kg/día):100% de alimento concentrado, y A (0.72kg/día):90% de alimento concentrado + 10% de porquinaza, no encontrándose diferencias (P>.05) entre estos dos últimos grupos. En cuanto a los resultados de la eficiencia en conversión alimenticia el mejor tratamiento fue el aplicado al grupo T, obteniendo 2.99kg de alimento consumido por kilo de carne producido, seguido por el grupo A, el cual obtuvo 3.41kg y finalmente el grupo B, que obtuvo en el estudio 3.55kg. Los resultados al medir la grasa dorsal se encontró un mejor rendimiento para el grupo T 16mm, seguido por el grupo A 17.27mm y finalmente el grupo B 18.82mm. Cabe anotar que en el sistema de manejo tradicional, los animales que entran a ceba deben consumir aproximadamente entre 2 a 2.3 kilos de concentrado comercial con 15.5% de proteína, 3.300 de kilocalorías, vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales. No agregué a la dieta planteada nutrientes adicionales para compensar las deficiencias alimenticias que se pudieron presentar en el estiércol suministrado, excepto la melaza cuya función es la de actuar como acelerador del proceso de fermentación de la porquinaza y dar palatabilidad.