El principio de legalidad: una necesaria restricción a la aplicación de la doctrina de los actos propios en la contratación estatal
La jurisprudencia nacional ha aplicado la regla “contra factum proprium quis venire non potest”, en el ámbito de la contratación estatal, con fundamento en el principio de la buena fe. Esta regla dio lugar a la formulación del principio de la confianza legítima para dotar de eficacia jurídica a aque...
- Autores:
-
Torres-Acosta, Luisa Alexandra
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2016
- Institución:
- Universidad Externado de Colombia
- Repositorio:
- Biblioteca Digital Universidad Externado de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:bdigital.uexternado.edu.co:001/25699
- Acceso en línea:
- https://bdigital.uexternado.edu.co/handle/001/25699
https://doi.org/10.18601/21452946.n15.12
- Palabra clave:
- contrato estatal
validez de los actos unilaterales de la Administración
principio de legalidad
principio de la buena fe
confianza legítima
doctrina de los actos propios
Public Procurement
Validity of Bilateral Acts
Principle of Legality
Principle of Good Faith
Legitimate Expectations
Own Acts Doctrine.
- Rights
- openAccess
- License
- http://purl.org/coar/access_right/c_abf2
Summary: | La jurisprudencia nacional ha aplicado la regla “contra factum proprium quis venire non potest”, en el ámbito de la contratación estatal, con fundamento en el principio de la buena fe. Esta regla dio lugar a la formulación del principio de la confianza legítima para dotar de eficacia jurídica a aquellas situaciones en las cuales un sujeto de buena fe creyó estar bajo el amparo y protección del Estado. No obstante, estas importantes aplicaciones de la buena fe quedan en discusión cuando se advierte comprometida la validez del contrato estatal. Para garantizar la eficacia de las normas imperativas que rigen la configuración del contrato estatal debe primar el principio de legalidad y, en consecuencia, restringirse la aplicación del principio de confianza legítima que en condiciones normales le impediría a la Administración ir en contra de sus propios actos. |
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