El derecho sustancial aplicable en el arbitraje inversionista-estado: hacia un régimen balanceado a través de los principios generales del derecho

El 27 de febrero de 1821, el ciudadano británico James Mckintosh concedió a la República de la Gran Colombia un crédito internacional por 150.000 libras esterlinas, con el objetivo de suministrar cierta cantidad de armas, vestuarios y efectos militares para uso de la República, estableciendo un plaz...

Full description

Autores:
Linares Cantillo, Alejandro
Tipo de recurso:
Doctoral thesis
Fecha de publicación:
2018
Institución:
Universidad Externado de Colombia
Repositorio:
Biblioteca Digital Universidad Externado de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bdigital.uexternado.edu.co:001/16840
Acceso en línea:
https://bdigital.uexternado.edu.co/handle/001/16840
https://doi.org/10.57998/bdigital/handle.001.2814
Palabra clave:
Inversiones extranjeras
Arbitramento internacional
Derecho internacional - Tratados internacionales
Jurisprudencia - Colombia
Gran Colombia - Historia
Rights
openAccess
License
http://purl.org/coar/access_right/c_abf2
Description
Summary:El 27 de febrero de 1821, el ciudadano británico James Mckintosh concedió a la República de la Gran Colombia un crédito internacional por 150.000 libras esterlinas, con el objetivo de suministrar cierta cantidad de armas, vestuarios y efectos militares para uso de la República, estableciendo un plazo para su pago. Para respaldar la deuda, el Gobierno de la Gran Colombia se comprometió a emitir vales o ‘debentures’ por el total o cualquier parte del monto del contrato, con intereses. Así mismo, la República de la Gran Colombia se comprometió a proporcionar buques para la conducción de los efectos que se adquiriesen bajo dicho crédito de proveedor, a cargo de la Gran Colombia. Mientras en Londres se celebrada este empréstito de guerra, en la Gran Colombia estalló un escándalo político, y el Congreso de la República decidió no aprobar la negociación, ordenando el gobierno no recibir el cargamento. Igualmente, mientras esto ocurría, la Gran Colombia se hallaba a punto de ser reconocida oficialmente por el gobierno inglés como nación independiente y soberana. Así, a pesar de que el gobierno gran colombiano había ordenado que no se recibieran las mercancías, a comienzos de 1822 llegaron a Cartagena tres embarcaciones con el cargamento de Mckintosh y las autoridades de esta ciudad dieron la noticia que la mercancía no sería recibida.