La radio y construcción de ciudadanía
Radialistas apasionadas y apasionados: A Túpac Amaru lo descuartizaron entre cuatro caballos en la plaza cusqueña de Wacaypata. Antes de la ejecución, el visitador español José de Areche mandó que le cortaran la lengua. No quería que nadie escuchara su último grito de rebeldía. Somos hijos e hijas d...
- Autores:
-
López Vigil, José Ignacio
- Tipo de recurso:
- Fecha de publicación:
- 2015
- Institución:
- Universidad Sergio Arboleda
- Repositorio:
- Repositorio U. Sergio Arboleda
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.usergioarboleda.edu.co:11232/633
- Acceso en línea:
- http://revistas.usergioarboleda.edu.co/index.php/Civilizarcomunicacion/article/view/504
http://hdl.handle.net/11232/633
http://revistas.usergioarboleda.edu.co/index.php/Civilizarcomunicacion/article/view/504/432
- Palabra clave:
- Radio - Aspectos sociales
Radio en el desarrollo de la comunidad
Ciudadania
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Colombia (CC BY-NC-ND 2.5 CO)
Summary: | Radialistas apasionadas y apasionados: A Túpac Amaru lo descuartizaron entre cuatro caballos en la plaza cusqueña de Wacaypata. Antes de la ejecución, el visitador español José de Areche mandó que le cortaran la lengua. No quería que nadie escuchara su último grito de rebeldía. Somos hijos e hijas de pueblos con lenguas cortadas. Nos quisieron condenar al silencio. Nos mandaron a callar durante siglos. Y nosotros, comunicadoras y comunicadores, sabemos muy bien que si no tenemos palabra no existimos. Si no hablamos no somos. Se equivocó Descartes cuando filosofó aquello de “pienso, luego existo”. En realidad, lo antropológicamente correcto es decir “hablo, luego existo”. Porque es la palabra la que nos construyó como mujeres y hombres a lo largo de milenios. El pensamiento es hijo de la palabra, no al revés. Y todavía más correcto sería decir: “hablamos, luego existimos”. Porque la palabra siempre es colectiva, un regalo de la comunidad. |
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