Década de los ochenta del siglo XX en Colombia: Memoria sin ficción de unas violencias alucinantes

¿Por qué fijar la atención en la década del ochenta del siglo XX en Colombia? Porque estamos convencidos de su relieve en el plano de nuestra historia reciente y, en particular, por la forma en la que la literatura de no ficción consiguió narrarla. Pocas décadas arrojan tantas luces como esta para e...

Full description

Autores:
Gil Montoya, Rigoberto
Vélez Quiroz, Diego Alexander
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2023
Institución:
Universidad Tecnológica de Pereira
Repositorio:
Repositorio Institucional UTP
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.utp.edu.co:11059/14814
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/11059/14814
https://doi.org/10.22517/9789587228182
https://repositorio.utp.edu.co/home
Palabra clave:
980 - Historia de América del Sur::986 - Colombia y Ecuador
Historia – Colombia – Siglo XX
Colombia – Violencia política
Política y gobierno – Colombia
Periodismo narrativo
Conflicto - Colombia
Movimientos sociales
Literatura colombiana
Culturas regionales
Década del ochenta siglo XX
Diversos géneros literarios
Violencia urbana
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)
Description
Summary:¿Por qué fijar la atención en la década del ochenta del siglo XX en Colombia? Porque estamos convencidos de su relieve en el plano de nuestra historia reciente y, en particular, por la forma en la que la literatura de no ficción consiguió narrarla. Pocas décadas arrojan tantas luces como esta para entender, o por lo menos traslucir, eso que en nuestra labor de indagación denominamos violencias alucinantes. Se trata de una década que inicia con una esperanza: el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez (1982). Y cierra con un magnicidio: el del precandidato liberal Luis Carlos Galán (1989), como antesala a otro acontecimiento no menos grave: el secuestro de diez ciudadanos influyentes en el ejercicio del periodismo y la política (1990). Entre uno y otro hecho, se extiende un catálogo de sucesos cuya naturaleza implacable y frenética, quizá era muy compleja de descifrar en su momento. Para aventurar su examen, nos apoyamos en una memoria en perspectiva, desde la cual puede leerse entre líneas lo que, a fuerza de sustentarse en el poder de las palabras y en sus silencios, deriva en una sucesión de metáforas. ¿Cómo discernir el lugar que ocupan en nuestras narrativas victimarios como Pablo Escobar y Carlos Castaño? ¿Cómo aclarar los destinos de víctimas como Rodrigo Lara, Alfonso Reyes Echandía, Guillermo Cano, Héctor Abad Gómez y Diana Turbay? A falta de respuestas sólidas, este libro sugiere unas miradas a partir de quienes buscaron comprender lo incomprensible en sus relatos y testimonios. En el interés por despejar la bruma y animar el diálogo crítico, apelamos a una metáfora animal, de factura macondiana, acaso para hacernos más ecuánimes en el momento de revisar una memoria escrita a varias manos, potente en sus símbolos y resonancias.