Regímenes de representación y pasados subalternos en el valle del Risaralda

Este ensayo es un dique contra el olvido, como dice Steiner (2002). Allí donde quedaron sepultadas las memorias de una comunidad tras la sed de tierras encabezada por los caudillos del capitalismo agrario. Cañaveral del Carmen fue desaparecido del mapa porque su efímera existencia se constituyó en u...

Full description

Autores:
Carlos Alfonso Victoria Mena
Tipo de recurso:
Book
Fecha de publicación:
2024
Institución:
Universidad Tecnológica de Pereira
Repositorio:
Repositorio Institucional UTP
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.utp.edu.co:11059/15596
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/11059/15596
https://doi.org/10.22517/9789587229943
https://repositorio.utp.edu.co/home
Palabra clave:
320 - Ciencia política (política y gobierno)
Grupos sociales
Inclusión social
Memoria
5. Ciencias Sociales
Subalterno
Representación
Resistencia
Silencio
Olvido
Desposesión
ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)
Description
Summary:Este ensayo es un dique contra el olvido, como dice Steiner (2002). Allí donde quedaron sepultadas las memorias de una comunidad tras la sed de tierras encabezada por los caudillos del capitalismo agrario. Cañaveral del Carmen fue desaparecido del mapa porque su efímera existencia se constituyó en un obstáculo para los conductores de la modernización. La gente negra, aferrada a sus mejoras de agricultura, en su condición subalterna resistió, socavó y confrontó el despliegue del régimen hacendatario y los mundos desiguales cargados de poder (Roseberry, 2002). Cuando a comienzos del siglo pasado los empresarios, en su papel de conquistadores contemporáneos, ingresaron al valle del Risaralda y tomaron posesión de las tierras, también estaban luchando por un régimen de representación que les otorgara superioridad moral y racial. Más que el cambio de toponimias con el que históricamente se denominaba el asentamiento popular, se constituyó en una especie de huella trágica sobre tierras y cuerpos. Bajo este escenario, la producción literaria de los hechos históricos adornó la hegemonía modernizadora con ciertos ingredientes moralizadores y civilizatorios. El libro cumple con la tarea de impugnar los relatos sobre el cual las élites criollas pretendieron conservar el prestigio y privilegio heredado del coloniaje europeo.