Estado del arte de las redes inteligentes "smart grid"
Una red inteligente hace referencia a una red de energía avanzada, acorde con los adelantos y tendencias del siglo XXI, que incorpora los servicios y beneficios de las tecnologías de comunicación y computación digital a una infraestructura de transmisión y distribución de energía eléctrica, y que se...
- Autores:
- Tipo de recurso:
- Fecha de publicación:
- 2012
- Institución:
- Universidad Tecnológica de Bolívar
- Repositorio:
- Repositorio Institucional UTB
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.utb.edu.co:20.500.12585/3341
- Acceso en línea:
- https://hdl.handle.net/20.500.12585/3341
- Palabra clave:
- Sistemas de energía eléctrica -- Innovaciones tecnológicas
Distribución de energía eléctrica
- Rights
- openAccess
- License
- http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Summary: | Una red inteligente hace referencia a una red de energía avanzada, acorde con los adelantos y tendencias del siglo XXI, que incorpora los servicios y beneficios de las tecnologías de comunicación y computación digital a una infraestructura de transmisión y distribución de energía eléctrica, y que se caracteriza por un flujo bidireccional de energía e información que incluyen equipos instalados en la parte de la red del cliente y sensores asociados. Existe consenso respecto a su objetivo principal, en el cual se aspira a desarrollar una red eléctrica más eficiente y fiable, que mejore la seguridad y calidad del suministro, de acuerdo con los avances de la era digital. Las tecnologías Smart Grid disminuirán los costos en el suministro de energía eléctrica y reducirán la necesidad de una inversión masiva en infraestructura durante los próximos veinte años. En el aspecto ambiental existe un gran interés de los países en desarrollar políticas y reglamentaciones que incentiven la creación de conciencia social respecto a las consecuencias de los gases de efecto invernadero. El problema radica en el combustible utilizado por las plantas de generación de energía de manera tradicional y la producción durante los picos de demanda que obligan a activar plantas especiales para poder suplir esas necesidades adicionales de energía. Esas plantas se utilizan únicamente durante esos periodos, con los sobrecostos que ello supone y que repercute directamente en las facturas. Un dato muy significativo: en los Estados Unidos, un país desarrollado, el 40%de las emisiones de dióxido de carbono provienen de la generación eléctrica, mientras que únicamente el 20% son causadas por el transporte (Kaplan, 2009). Esto presenta un enorme desafío para la industria del sector eléctrico en términos del cambio climático global. |
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