Investigaciones sobre descargas eléctricas atmosfericas en Colombia

Hacia la mitad del siglo XVIII Benjamín Franklin demostró por primera vez la naturaleza eléctrica del rayo. Elevando una cometa en medio de una tormenta eléctrica y conduciendo una descarga hasta un condensador (botella de Leyden), demostró que había almacenado algo que presentaba el mismo comportam...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2004
Institución:
Universidad Tecnológica de Bolívar
Repositorio:
Repositorio Institucional UTB
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.utb.edu.co:20.500.12585/1163
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12585/1163
Palabra clave:
Descargas eléctricas -- Colombia
Electricidad atmosférica
Rayos atmosféricos
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Description
Summary:Hacia la mitad del siglo XVIII Benjamín Franklin demostró por primera vez la naturaleza eléctrica del rayo. Elevando una cometa en medio de una tormenta eléctrica y conduciendo una descarga hasta un condensador (botella de Leyden), demostró que había almacenado algo que presentaba el mismo comportamiento que las cargas eléctricas (que se generaban en esa época por fricción). Simultáneamente en otros lugares del mundo se realizaban investigaciones similares como la del científico ruso Giorgi W. Richman, quien pereció electrocutado en una de sus pruebas. Más tarde, el mismo, B. Franklin inventaría el pararrayos, para defender las edificaciones y personas de los efectos del rayo. Cuando a principios del siglo XX, aparecieron las primeras líneas de transmisión, volvió el rayo a causar problemas que representaban grandes perjuicios al transporte de la energía eléctrica; desde entonces comienzan proyectos de investigación de gran magnitud. En 1905 se reportan ya estudios fotográficos de las descargas atmosféricas realizadas con una cámara móvil (ref.1). Vienen luego los proyectos donde se miden gradientes causados por la carga de las nubes (1920, ref.2), se utilizan el Klidonógrafo (1924, ref.3), el oscilógrafo (1928, ref.4) y muchos otros medios para un estudio detallado de la descarga atmosférica y su efecto en los sistemas de potencia eléctrica. Con la construcción, en los años veinte, de las primeras líneas de 220 kV, se comienza a hacer evidente la necesidad de un estudio detallado de los proyectos específicos, debido a la gran repercusión que podrían tener sus salidas de servicio.