Apuntes sobre el habla de los jóvenes
Reflexionar acerca de cómo los jóvenes hablan es principalmente un ejercicio de memoria. Remontarse a la infancia y a las formas de hablar de nuestros padres y abuelos permite encontrar evidencias significativas sobre la variación de la lengua y el cambio lingüístico. Como es sabido, el cambio lingü...
- Autores:
- Tipo de recurso:
- Book
- Fecha de publicación:
- 2005
- Institución:
- Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano
- Repositorio:
- Expeditio: repositorio UTadeo
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:expeditiorepositorio.utadeo.edu.co:20.500.12010/13496
- Acceso en línea:
- https://www.researchgate.net/publication/312056801_Apuntes_sobre_el_habla_de_los_jovenes
http://hdl.handle.net/20.500.12010/13496
http://scienti.colciencias.gov.co:8081/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0000420298
- Palabra clave:
- Dialecto
Lingüístico
Lenguaje fónico
Lenguaje morfológico
Lenguaje sintáctico
Lenguaje semántico
Español -- Dialectos
Palabras y frases -- Manuscritos
Modismos
Vicios de dicción
- Rights
- License
- Abierto (Texto Completo)
Summary: | Reflexionar acerca de cómo los jóvenes hablan es principalmente un ejercicio de memoria. Remontarse a la infancia y a las formas de hablar de nuestros padres y abuelos permite encontrar evidencias significativas sobre la variación de la lengua y el cambio lingüístico. Como es sabido, el cambio lingüístico es inmanente a la lengua, lo cual significa el ajuste continuo del sistema de la lengua en todos sus niveles: fónico, morfológico, sintáctico, semántico. Claro está que este ajuste no es repentino, sino que se lleva a cabo paulatinamente en el tiempo. Como ejemplo, observemos una colección de términos para aludir al amor que corresponden a varias décadas: gallinacear, conquistar, coquetear, molestar, arrastrar el ala, pretender, galantear, echar el cuento, tirar carta, tirar las pelotas, echar el ojo, estar de cotice, jugárselas todas, caerle, tirarle las cuarenta, encarretar, estar encarretado, secar el mar a trapasos, echarle los perros, echarle los canes. Dichas expresiones para referirse a la seducción o el cortejo han cambiado en el tiempo un poco más en la forma que en su sentido. |
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