Gritar con sangre : potenciando las voces de un acto silenciado
Gritar con Sangre es un proyecto que pretende visualizar y visibilizar el fenómeno de la autolesión: cutting lejos de la mirada patológica (puesto que, las prácticas autolesivas se encuentran estrechamente ligadas a enfermedades mentales como el trastorno límite de personalidad, trastornos de ansied...
- Autores:
- Tipo de recurso:
- Tesis
- Fecha de publicación:
- 2021
- Institución:
- Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano
- Repositorio:
- Expeditio: repositorio UTadeo
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:expeditiorepositorio.utadeo.edu.co:20.500.12010/19809
- Acceso en línea:
- http://hdl.handle.net/20.500.12010/19809
http://expeditio.utadeo.edu.co
- Palabra clave:
- Cutting
Proceso terapéutico
Diseño crítico
Autoestima
Seguridad (Psicología)
Pathological gaze
Aggression
- Rights
- License
- Abierto (Texto Completo)
Summary: | Gritar con Sangre es un proyecto que pretende visualizar y visibilizar el fenómeno de la autolesión: cutting lejos de la mirada patológica (puesto que, las prácticas autolesivas se encuentran estrechamente ligadas a enfermedades mentales como el trastorno límite de personalidad, trastornos de ansiedad, depresión, entre otras) y llevar la comprensión del mismo hacia una noción más amplia de lo que se entiende del acto. Primero tenemos que entender que la autolesión es un mensaje expuesto a través de la agresión deliberada al propio cuerpo sobre la piel, como forma de deshacerse de lo que los aqueja; Y el cutting hace referencia a una serie de cortes superficiales sobre la piel. La autolesión es la ruta de escape para millones de personas en el mundo. El miedo al fracaso es una de las razones más comunes, la pérdida de confianza en uno mismo, el miedo a no ser exitosos y la soledad se vuelven malestares constantes, y la forma de combatirlo consiste en violentar al propio cuerpo. Sin embargo, en Colombia, las autolesiones en adolescentes son una problemática poco estudiada; tanto así, que no hay estudios que evidencien esa práctica en los colombianos. Los jóvenes y los adolescentes son los grupos más vulnerables, ya que se encuentran en un periodo de sugestión bastante alto, puesto que se entiende que el hecho de que las autolesiones les haya llamado la atención está relacionado con el bombardeo de información y atención a lo que sucede a su alrededor. Es un fenómeno poco comprendido que se presenta cuando la sociedad empuja a las jóvenes a evitar o callar las emociones que son consideradas negativas o desagradables marcando una tendencia de “auto exigencia” hacia sí mismas, inscribiéndose así en un círculo vicioso de la constante búsqueda de aceptación ante la misma sociedad que las aqueja, evitando que exploren sus propias emociones de una manera sana y auto constructiva. Los discursos motivacionales y las frases del tipo “puedes con todo”, “a veces se gana, aveces se aprende”, o “todo es posible si creer en ti misma” se asimilan fácilmente por las masas , son mensajes muy bien recibidos por cualquier persona. Sin embargo, a veces el camino hacia la salud mental pasa por validar todas nuestras emociones (sean más o menos desagradables), y no negar el dolor humano forzando una falsa alegría que a veces no es genuina. El discurso de la positividad extrema obliga a las personas a ponerse unas gafas de color de rosa con las que solamente ven una parte de la realidad: la parte más dulce, la de las victorias, los aprendizajes, las ganancias, la alegría. A la vez, niega la parte “fea” de la realidad: emociones no tan agradables, como la tristeza, el enfado o el miedo. De manera muy poco científica, se etiquetan como “emociones negativas”, y se hace implícito el mensaje de que son “emociones malas”, y que debemos evitar sentirlas, porque siempre son malas para nosotros. Este enfoque, crea una realidad alternativa en la mente de las personas, donde no hay problemas ni obstáculos, y donde la fuerza de voluntad y las ganas son lo único que uno necesita para triunfar en la vida y conseguir todo lo que se proponga. En esta falsa omnipotencia, uno olvida que el sufrimiento es una parte más de la vida, y que las emociones menos agradables también tienen una función evolutiva, y que reconocerlas y expresarlas es esencial para nuestra supervivencia y nuestra salud mental. Porque, por mucho que se quiera cegar lo “negativo”, los problemas y obstáculos van a seguir ahí. Teniendo en cuenta esa perspectiva, el proyecto se basa en el diseño crítico y participativo para incentivar a un cuestionamiento y reflexión por parte de las jóvenes autolesivas a las que quiero dirigirme, tomándolas como partícipes que amplificaran las voces de las jóvenes que están a punto y que prefirieron gritar con sangre. Por lo cual, como base de la metodología se construyen los resultados desde las anécdotas de cada una de ellas, proporcionando un medio de denuncia que expondrá el proceso realizado con ellas y manifestara sus experiencias, posibilitando el entender más a fondo y generar conocimiento sobre una práctica normalizada e invisibilizada, sabiendo que entender que hay individuos que se auto infligen daño es difícil, porque estamos acostumbrados a evitar y a tenerle miedo a sufrir, además de ignorar aquello que no se entiende. |
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