El riesgo compartido como mecanismo para elevar la productividad empresarial

Vivimos en la era del cambio acelerado y se necesita una preparación anímica, académica e instrumental para estar en capacidad de entender, absorber y procesar la cantidad de cambios que a diario percibimos en las relaciones sociales, el funcionamiento de la autoridad política, la economía, el modo...

Full description

Autores:
Iriarte Iriarte, Zarina
Pérez Oliveros, Estenie
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2000
Institución:
Universidad Simón Bolívar
Repositorio:
Repositorio Digital USB
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bonga.unisimon.edu.co:20.500.12442/13033
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12442/13033
Palabra clave:
Control administrativo
Planeación
Productividad
Cambio organizacional
Planificación empresarial
Administración de empresas
Rights
restrictedAccess
License
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Description
Summary:Vivimos en la era del cambio acelerado y se necesita una preparación anímica, académica e instrumental para estar en capacidad de entender, absorber y procesar la cantidad de cambios que a diario percibimos en las relaciones sociales, el funcionamiento de la autoridad política, la economía, el modo de vivir, las artes, la tecnología y los productos que compramos, en todo nuestro entorno. Pensar en el cambio es ocuparse de algo común y corriente, de un fenómeno que experimentamos diariamente y que condiciona nuestra forma de ser, vivir, pensar y actuar. EL riesgo compartido, debe ser aplicado al desarrollo de la capacidad interna, al manejo del talento humano, adaptación tecnológica, al funcionamiento estratégico, los sistemas de información para decisiones críticas, evaluación relevante y reorganización. Cada vez son más las empresas que están buscando alternativas de compensación y de contratación que les permita afrontar la crisis, involucrando a los empleados en la solución del problema, lo que podríamos llamar el riesgo compartido como la evolución organizacional. El gran reto para las organizaciones de hoy es saber dirigir a las personas de tal manera que logran su propio desarrollo y el de las organizaciones. De los valores que en la organización determinen las decisiones y políticas sobre el personal dependerá en gran medida la calidad de la dirección del personal y por tanto, el logro de los objetivos de la organización. El éxito o el fracaso de las organizaciones depende de las personas que en ellas laboran. Son las personas las que definen los objetivos organizacionales, las estrategias para lograrlo, la estructura, los procesos de trabajo y son las personas quienes adquieren y utilizan los recursos financieros, tecnológicos y toman todas las decisiones acerca de la marcha de la organización. Por tanto, de las personas que integran la organización, de sus capacidades, su desempeño, su compromiso depende la eficiencia y la eficacia de la organización.