Artículo reflexivo agilidad y gestión empresarial

En un entorno empresarial en constante cambio, la filosofía 'Agile' se ha convertido en un enfoque clave para las organizaciones que buscan mantenerse competitivas. Este modelo destaca la importancia de la agilidad organizacional, definida como la capacidad de adaptarse rápidamente a las c...

Full description

Autores:
de León Corrales, Sebastián
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2024
Institución:
Corporación Universitaria Remington
Repositorio:
Repositorio institucional Uniremington
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniremington.edu.co:123456789/7092
Acceso en línea:
https://repositorio.uniremington.edu.co/handle/123456789/7092
Palabra clave:
Agilidad
Flexibilidad
Aprendizaje continuo
Equipos autónomos
Cultura de agilidad
Innovación
Gestión por objetivos y resultados clave (OKRs)
Gestión empresarial
Desarrollo empresarial
Competitividad
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)
Description
Summary:En un entorno empresarial en constante cambio, la filosofía 'Agile' se ha convertido en un enfoque clave para las organizaciones que buscan mantenerse competitivas. Este modelo destaca la importancia de la agilidad organizacional, definida como la capacidad de adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado, mientras se fomenta un ambiente de aprendizaje continuo y desarrollo humano. Las organizaciones ágiles se caracterizan por la creación de estructuras flexibles y equipos autónomos que pueden tomar decisiones rápidas y efectivas, promoviendo la innovación y mejorando la capacidad de respuesta. La implementación de la gestión por objetivos y resultados clave (OKRs) es fundamental en este contexto, alineando a todos los niveles de la organización con una visión común y permitiendo ajustes ágiles en función de las necesidades del mercado. El liderazgo transformacional juega un papel crucial, guiando e inspirando a los equipos a través de la incertidumbre y promoviendo la colaboración y la innovación. Este tipo de liderazgo es esencial para crear un entorno en el que los empleados se sientan seguros para experimentar y aprender de sus errores, lo que a su vez impulsa la agilidad y la adaptabilidad organizacional. Para equilibrar la necesidad de agilidad con la estabilidad, las organizaciones deben fomentar una cultura de aprendizaje continuo, establecer estructuras organizativas flexibles y mantener procesos sólidos que permitan la adaptación sin perder el propósito. La evaluación y retroalimentación continua son críticas también para asegurar que la organización permanezca alineada con las expectativas del mercado y las necesidades de los clientes, garantizando su éxito y supervivencia en un entorno dinámico.