El tercer laberinto. Máscaras de debilidad y fuerza en los modos discursivos de simulación y simulacro.

Los modos discursivos de simulación y simulacro son formas de representación propios del diseño de objetos y del diseño de experiencias, cuya complejidad puede estudiarse, desde la perspectiva de la función o el uso. En este artículo se revisan los criterios de funcionalidad, con base en el discurso...

Full description

Autores:
Reina Gutiérrez, Andrés
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2010
Institución:
Universidad del Valle
Repositorio:
Repositorio Digital Univalle
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bibliotecadigital.univalle.edu.co:10893/20311
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/10893/20311
Palabra clave:
Pensamiento débil
Alteridad y red
Simulación y simulacro
Máscaras
Fuerza y debilidad
Rights
openAccess
License
http://purl.org/coar/access_right/c_abf2
Description
Summary:Los modos discursivos de simulación y simulacro son formas de representación propios del diseño de objetos y del diseño de experiencias, cuya complejidad puede estudiarse, desde la perspectiva de la función o el uso. En este artículo se revisan los criterios de funcionalidad, con base en el discurso representacional que se lleva a cabo según las dinámicas de simulación (cuando emula condiciones de realidad) o de simulacro (cuando se rearticulan instancias de lo verdadero en formas narrativas y simbólicas). El estudio de su discurso se hace aquí bajo una mirada hermenéutica débil, basado en el riguroso análisis que hace Umberto Eco, de la misma manera, sobre dos modelos de representación del lenguaje: el diccionario y la enciclopedia. El pensamiento débil, noción acuñada por Gianni Vattimo, hace referencia a la otredad, a la alteridad, la postura o la concepción de un camino que no se impone bajo las discursividades de turno, ni se opone frontalmente al pensamiento fuerte, legítimo y paradigmático. A continuación, se propone, por lo tanto, relacionar las categorías de estos dos modelos con la simulación y el simulacro de los sistemas objetuales, teniendo en cuenta que la simulación tiende por sus propiedades a tornarse en pensamiento fuerte y el simulacro en pensamiento débil. La simulación es equiparable, entonces, con el diccionario y el simulacro con la enciclopedia. Sin embargo, más adelante se expondrán dos variantes que permitirán abrir el espectro hacia lo que denomino máscaras, que procuran determinar el estatus de fuerza o debilidad de un sistema y las posibles subversiones que puedan hallarse.