La percepción como conocimiento según el Teeteto de Platón

La filosofía platónica exige una reflexión detallada en cada uno de sus diálogos, más que una exposición resumida de su sistema filosófico. Dado que Platón desde sus primeros diálogos estaba comprometido con la permanente investigación filosófica, permitiendo que cada uno de sus diálogos, aunque sea...

Full description

Autores:
Morales Tarapues, José Antonio
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Universidad del Valle
Repositorio:
Repositorio Digital Univalle
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bibliotecadigital.univalle.edu.co:10893/26554
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/10893/26554
Palabra clave:
Percepción (Filosofía)
Platonismo
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)
Description
Summary:La filosofía platónica exige una reflexión detallada en cada uno de sus diálogos, más que una exposición resumida de su sistema filosófico. Dado que Platón desde sus primeros diálogos estaba comprometido con la permanente investigación filosófica, permitiendo que cada uno de sus diálogos, aunque sean aporéticos o inconclusos, muestren el compromiso con la verdad. Así cada diálogo platónico puede ser entendido como una investigación particular en la que se proponen teorías que van a ser fuertemente criticadas para limpiarlas de falsedad. El verdadero esplendor de Platón radica en lo presentado por cada diálogo, mas no en el conjunto de su sistema del que Platón mismo ofreció muchos y peligrosos puntos vulnerables. Platón en su teoría epistemológica parte de la distinción entre dos mundos, el de los fenómenos sensibles, pertenecientes a un flujo incesante, y el de las Formas perpetuamente idénticas a sí mismas, las únicas verdaderamente existentes (eideai). Sobre tal distinción convergen el método de su maestro Sócrates y la propia reflexión epistemológica de Platón: el onocimiento sólo puede darse de algo inmutable, de una esencia. Las percepciones sensoriales o las impresiones que el mundo variable de los fenómenos produce en nosotros soportan sólo opiniones (doxa), pero no conocimiento (episteme). Ya Sócrates había intuido que la esencia de una cosa difiere de los fenómenos. Platón confiere a estas esencias o formas de las cosas un ser en sí, superior a los fenómenos sensibles