“Desarraigo”, afectaciones psicológicas, sociales y económicas de las víctimas de desplazamiento forzado en la Costa Caribe Colombiana

Durante más de cinco décadas, Colombia ha sido un país golpeado por la violencia de grupos armados, que de manera innegable han vulnerado los derechos humanos de la población civil campesina; obligada a huir a las ciudades para refugiarse de la guerra. Por tanto, este proyecto de grado que se enmarc...

Full description

Autores:
Flórez Bertel, Keisy Andrea
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2021
Institución:
Universidad del Magdalena
Repositorio:
Repositorio Unimagdalena
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unimagdalena.edu.co:123456789/12458
Acceso en línea:
https://repositorio.unimagdalena.edu.co/handle/123456789/12458
Palabra clave:
Desplazamiento forzado
Conflicto armado
Víctimas
Rights
openAccess
License
atribucionnocomercialsinderivar
Description
Summary:Durante más de cinco décadas, Colombia ha sido un país golpeado por la violencia de grupos armados, que de manera innegable han vulnerado los derechos humanos de la población civil campesina; obligada a huir a las ciudades para refugiarse de la guerra. Por tanto, este proyecto de grado que se enmarca en la modalidad de creación artística, con la escritura de un guion de largometraje de ficción, expone el tema del desplazamiento forzado y la incapacidad de las víctimas de adaptarse a los entornos urbanos, expuestos a las afectaciones sociales, económicas y especialmente psicológicas. Este flagelo se representa a través de la historia de Carlos, un campesino exlíder social desplazado a la ciudad, que, gracias a un largo proceso de restitución de tierras, regresa a sus tierras en busca de su hijo Julián, quien al parecer fue reclutado forzadamente antes de que él y su esposa Ana fueran desplazados de sus tierras. A través del relato cinematográfico planteado, se pretende llevar a una reflexión acerca de cómo el estado y los colombianos han invisibilizado y rezagado sistemáticamente a los desplazados internos del país y también han normalizado el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos y de cómo ha quedado rezagada la atención en salud mental para las víctimas del conflicto armado.