El afecto: Elemento que posibilita el aprendizaje en las ciencias sociales

La investigación tiene como propósito adquirir mediante el Proyecto Pedagógico elementos de formación pedagógica y personal para orientar el desarrollo de procesos afectivos mientras se aprende en las ciencias sociales, puesto que éstas como las ciencias del hombre deben contribuir a la formación in...

Full description

Autores:
San Juan Murillo, Elizabeth
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2000
Institución:
Universidad del Magdalena
Repositorio:
Repositorio Unimagdalena
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unimagdalena.edu.co:123456789/3403
Acceso en línea:
http://repositorio.unimagdalena.edu.co/handle/123456789/3403
Palabra clave:
Interés a la Asignatura
Aprendizaje de las Ciencias Sociales
Procesos Afectivos
Procesos Interdisciplinarios
Propuestas Pedagógicas
LCS-00083
Rights
restrictedAccess
License
atribucionnocomercialsinderivar
Description
Summary:La investigación tiene como propósito adquirir mediante el Proyecto Pedagógico elementos de formación pedagógica y personal para orientar el desarrollo de procesos afectivos mientras se aprende en las ciencias sociales, puesto que éstas como las ciencias del hombre deben contribuir a la formación integral del ser humano; buscando dentro de ellas mismas las herramientas que permitan construir una sociedad más humanizante combinando armoniosamente las estrategias escogidas con los tres elementos base del Proyecto Pedagógico: la reflexión, la investigación y la práctica Docente. La inquietud sobre la falta de afecto en la docencia nace desde la básica primaria reforzando aún en la secundaria. Notaba con preocupación quizá que los docentes afectuosos en los estudiantes eran muy pocos, que eran dedicados y que se preocupaban de verdad por sus alumnos. Pero notaba también que el rendimiento del grupo con estos docentes era mucho mayor que con los demás. Sus clases eran un espacio donde se compartían opiniones y se tenía muy en cuenta la opinión del estudiante por simple que esta pareciera. Ahora comprendo que ellos con su comportamiento y su afectividad ofrecían un estímulo al que los estudiantes responden con interés y dedicación por la asignatura. En cierto modo existía un alto grado de reciprocidad puesto que hasta los más indisciplinados se mostraban atentos e interesados. No sucedía lo mismo con los docentes distantes o indiferentes que no se tomaban la molestia de aprenden los nombres de sus alumnos y los llamaban por sus apellidos o su número de lista, como si se tratara de un cuartel militar. Por supuesto que esta actividad no podría, jamás, permitir el desarrollo de ningún tipo de proceso afectivo.