El postconflicto sociocultural en el municipio de Aguachica (Cesar) y la defensa del pobre en Miqueas 3, 1-4. 9-12

El desafío del posconflicto colombiano son las víctimas del conflicto a las cuales hay que atender. Estas son las huellas ensangrentadas que deja la guerra, hay que seguir dichas huellas, a fin de llegar hasta donde están las víctimas, las más lastimadas por el mismo. Esta es la razón, por la cual n...

Full description

Autores:
Ríos Echeverry, Gloria Isabel
Tarazona Pabón, Rito Antonio
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2018
Institución:
Claretiana
Repositorio:
Claretiana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniclaretiana.edu.co:123456789/1749
Acceso en línea:
https://repositorio.uniclaretiana.edu.co/handle/123456789/1749
Palabra clave:
Víctimas
Conflicto armado
Pobreza
Matriz Social Tríadica
Rights
restrictedAccess
License
http://purl.org/coar/access_right/c_16ec
Description
Summary:El desafío del posconflicto colombiano son las víctimas del conflicto a las cuales hay que atender. Estas son las huellas ensangrentadas que deja la guerra, hay que seguir dichas huellas, a fin de llegar hasta donde están las víctimas, las más lastimadas por el mismo. Esta es la razón, por la cual nos acercamos al municipio de Aguachica y concretamente a el barrio de invasión “Las Vegas”, para escuchar al grupo humano allí establecido que, como pobre no logra encontrar atención a sus necesidades y concretamente a sanar sus heridas. El gran problema del postconflicto es la corrupción que está presente a lo largo de toda Colombia, cuando las víctimas, comenzando a disfrutar de la paz, creen que van a beneficiarse de ayudas concretas y surge la corrupción que los despoja, muchas veces hasta de su misma esperanza. Al recoger este trabajo y esta realidad aparece la necesidad de poner la Teología y la Biblia también al servicio de las necesidades del pueblo y sacar de las mismas razones para seguir luchando, al recordar ejemplos de personas que también en su tiempo supieron enfrentarse a los corruptos de entonces. Aquí aparece el profeta Miqueas, de quién se elige la perícopa Miq 3,1-4.9-12, para sacar de ella conclusiones y, sobre todo, saber retomar esperanza