Paisajes (Des)comprimidos

El conflicto armado dejó profundas cicatrices en Colombia, manifestadas en el abandono, el dolor y el miedo. El impacto social, económico y ambiental es inmensurable y el "fin" de la guerra posibilita pensar en la segunda vida de los lugares que quedaron en el abandono, así como en estrate...

Full description

Autores:
Páez Escobar, Laura Valentina
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2022
Institución:
Universidad de los Andes
Repositorio:
Séneca: repositorio Uniandes
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/69209
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/1992/69209
Palabra clave:
Conflicto armado
Arquitectura Restauradora
Colombia
Meta
Paisajismo
Topografía
Suelo
Hinchar
Elevar
movimiento
agua
zonas inundables
Arquitectura
Rights
openAccess
License
Attribution-NoDerivatives 4.0 Internacional
Description
Summary:El conflicto armado dejó profundas cicatrices en Colombia, manifestadas en el abandono, el dolor y el miedo. El impacto social, económico y ambiental es inmensurable y el "fin" de la guerra posibilita pensar en la segunda vida de los lugares que quedaron en el abandono, así como en estrategias para la reintegración de las comunidades que fueron violentadas y perjudicadas. El Castillo, Meta, así como muchos otros sectores rurales con geografías complejas, de difícil acceso, y con historial de abandono estatal fue una zona gravemente afectada por dicha violencia pero que gracias a los procesos de paz ha permitido el retorno de algunos de sus habitantes que buscan reconectar con los vínculos emocionales de su territorio o incluso van en la búsqueda de nuevas oportunidades. "Paisajes (des)comprimidos", el suelo cobra protagonismo como un archivo viviente donde la memoria se entrelaza con la naturaleza narrando la historia y trasformaciones del lugar, así como conectando con la identidad del sitio. El movimiento de tierras da lugar a una topografía con un manto vegetal que evoca los escenarios que presenciaron la guerra. El Meta se destaca por su abundancia de fuentes hídricas y se caracteriza por tener variabilidad climática, pues llega a tener prolongados periodos de sequía, pero también está expuesto a episodios de inundaciones. Por lo cual, se proyectan zonas inundables para mantener el ciclo natural del agua. Así, el diseño del espacio busca otorgar diferentes connotaciones a la misma desde una visión como un elemento de diversión y exploración hasta espacios zona más tranquila y serena, donde el agua se utiliza como un elemento relajante y contemplativo. Por otro lado, el muro representa las barreras físicas y emocionales que se erigieron durante la historia, separando comunidades y su transformación permite evidenciar la superación del conflicto a través de un mecanismo educativo de sensibilización. El muro pasa de ser un elemento divisorio a una cinta que cobija. Por último, es importante recalcar que lugares como el Castillo más que monumentos estáticos, deben conservar la memoria a través de comunidades vibrantes sean testimonio viviente de la resiliencia y por ende fue fundamental la creación de espacios que fomenten la interacción, el diálogo, el intercambio, la participación, revitalizando así prácticas culturales perdidas.