Las dos caras del desajuste educativo: efectos sobre el ingreso laboral y su distribución

El desajuste educativo se da cuando el nivel educativo de los trabajadores no corresponde al requerido en una determinada ocupación ya sea por tener un nivel educativo por encima (sobrecalificado) o por debajo (subcalificado) del esperado. Durante los últimos años en Colombia se observó una caída en...

Full description

Autores:
Álvarez Altamiranda, Liney Patricia
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2021
Institución:
Universidad de los Andes
Repositorio:
Séneca: repositorio Uniandes
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/53792
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/1992/53792
Palabra clave:
Educación y empleo
Distribución del ingreso
Economía
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Description
Summary:El desajuste educativo se da cuando el nivel educativo de los trabajadores no corresponde al requerido en una determinada ocupación ya sea por tener un nivel educativo por encima (sobrecalificado) o por debajo (subcalificado) del esperado. Durante los últimos años en Colombia se observó una caída en la proporción de trabajadores subcalificados y un aumento de los sobrecalificados, aunque en términos generales se redujo la proporción de trabajadores en desajuste. En este periodo también dio una mejora en la distribución del ingreso laboral. Este trabajo identifica el efecto del desajuste sobre el ingreso laboral y su distribución. Utilizando un modelo de efectos fijos de dos etapas en el que se incluyeron funciones de control para controlar la heterogeneidad no observada, se encuentra que entre 2009 y 2018 los sobrecalificados llegaron a tener una penalidad promedio de hasta un 9,7% en el ingreso laboral, mientras que los subcalificados obtuvieron un retorno superior en 16% en comparación de aquellos que con su mismo nivel educativo trabajaron en ajuste. Empero, corregir este desajuste podría afectar negativamente la distribución del ingreso laboral medida por el índice de Gini aumentándolo hasta en un 3,2%, lo que significaría que la existencia del desajuste ha beneficiado a quienes se encuentran en la parte baja de la distribución del ingreso laboral.