Bellezas terribles; La necesidad de enfrentar al mundo más allá de lo bello y lo sublime
Siguiendo la tradición filosófica moderna, la estética se ha centrado en el estudio de las experiencias estéticas de lo bello y de lo sublime mientras que ha relegado el estudio de otras posibles experiencias estéticas. Adicionalmente, se ha afianzado la creencia de que aquello que provoca disgusto...
- Autores:
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Caro Peñaloza, Sergio David
- Tipo de recurso:
- Trabajo de grado de pregrado
- Fecha de publicación:
- 2024
- Institución:
- Universidad de los Andes
- Repositorio:
- Séneca: repositorio Uniandes
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/75326
- Acceso en línea:
- https://hdl.handle.net/1992/75326
- Palabra clave:
- Estética
Experiencia estética
Bellezas terribles
Fealdad
Disgusto
Teoría diferencial de las facultades
Signo
Filosofía
- Rights
- openAccess
- License
- Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International
Summary: | Siguiendo la tradición filosófica moderna, la estética se ha centrado en el estudio de las experiencias estéticas de lo bello y de lo sublime mientras que ha relegado el estudio de otras posibles experiencias estéticas. Adicionalmente, se ha afianzado la creencia de que aquello que provoca disgusto no puede ser representado bellamente en el arte. Sin embargo, diversas manifestaciones artísticas parecen retar los límites de lo bello y lo sublime como únicas experiencias estéticas positivas posibles. Teniendo esto en cuenta, el presente estudio tiene el propósito de analizar la posibilidad de una tercera experiencia estética, suscitada a partir de la experimentación de obras de arte que exceden las fronteras de lo bello y lo sublime. Debido a su capacidad de provocar disgusto –junto a otras sensaciones consideradas como negativas– y de configurarse como un encuentro violento y fundamental (signo) capaz de estremecer la sensibilidad del sujeto e impulsar sus facultades a su ejercicio trascendente –de acuerdo con lo propuesto por la teoría diferencial de las facultades de Deleuze– a este tipo de obras se les denominará bellezas terribles. Se analizará cómo, al configurarse como signos, dichas bellezas terribles son aptas para motivar un pensamiento que concierne genuinamente al sujeto. Asimismo, se discutirá sobre la pertinencia de estas obras y por qué no implican una estetización de la violencia o la muerte –como temía Benjamin– sino que permiten dar cuenta de la fealdad inmanente a los mundos físicos y morales que habita el ser humano. |
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