Estéticas "de la china" en la sociedad santafereña de los siglos XVII y XVIII: Producción, consumo, domesticidad y performance de una identidad globalizada
Una tarde cualquiera, en una casa colindante a la plaza central, una señora servía chocolate caliente americano en pocillos de porcelana importada de China. Este mismo chocolate fue preparado en una olla de barro indígena, por una mujer que acababa de salir de la misa celebrada en una iglesia ricame...
- Autores:
-
Morales Santana, Lucas
- Tipo de recurso:
- Trabajo de grado de pregrado
- Fecha de publicación:
- 2023
- Institución:
- Universidad de los Andes
- Repositorio:
- Séneca: repositorio Uniandes
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/73799
- Acceso en línea:
- https://hdl.handle.net/1992/73799
- Palabra clave:
- Globalización
Arte decorativo
Cerámica
Textiles
Cultura material
Domesticidad
Arte colonial
Arte
- Rights
- openAccess
- License
- Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International
Summary: | Una tarde cualquiera, en una casa colindante a la plaza central, una señora servía chocolate caliente americano en pocillos de porcelana importada de China. Este mismo chocolate fue preparado en una olla de barro indígena, por una mujer que acababa de salir de la misa celebrada en una iglesia ricamente decorada con sedas de Asia. El mismo cura jesuita que celebró esta misa se retiró a sus aposentos en donde esas mismas peonias chinas adornan uno de sus baúles hechos con la técnica de barniz de Pasto. Por la ventana observa a una mujer abanicarse con un abanico francés decorado con personajes de oriente mientras se dirigía a una tienda para comprar unos jarrones azul y blanco de loza poblana para guardar cacao. En la Santafé de Bogotá de los siglos XVII y XVIII, a pesar de la difícil ubicación geográfica, se consumía y se convivía con objetos, estéticas e ideas que salían de todas las esquinas del mundo. Loza española, vasijas indígenas, muebles con mopa-mopa, papel tapiz francés, algodón estampado indio, relojes ingleses, alfombras persas y esteras locales convivían en una misma casa habitada por indígenas, peninsulares y mulatos. Objetos locales y extranjeros eran manipulados, vistos, comprados y vendidos, permeando la realidad y la conciencia de la población general para crear una versión y visión propia de una identidad globalizada en un mundo que había sido “conectado” a partir del violento proceso colonial. |
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