La incorporación del ánimo corrupto al dolo: el concurso del delitos de cohecho propio y prevaricato por acción

En el 2014, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia consideró que los funcionarios judiciales sólo podían cometer el delito de prevaricato por acción cuando se verificara la concurrencia de un ánimo corrupto en su conducta. A partir de ese momento, dentro de la Corporación se desar...

Full description

Autores:
Ramírez Arias, María Alejandra
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2021
Institución:
Universidad de los Andes
Repositorio:
Séneca: repositorio Uniandes
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/53256
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/1992/53256
Palabra clave:
Corrupción
Cohecho
Prevaricato
Derecho
Rights
openAccess
License
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Description
Summary:En el 2014, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia consideró que los funcionarios judiciales sólo podían cometer el delito de prevaricato por acción cuando se verificara la concurrencia de un ánimo corrupto en su conducta. A partir de ese momento, dentro de la Corporación se desarrollaron dos líneas jurisprudenciales: la que sostiene que es necesario verificar la concurrencia del ánimo corrupto como elemento subjetivo adicional al dolo prevaricador, y la que defiende que el delito de prevaricato por acción no requiere elementos adicionales al dolo. La incorporación de este elemento no solo comportó una reclasificación del delito de prevaricato por acción desde su aspecto subjetivo, sino que también lo hizo respecto de la forma de ataque que la conducta comporta para el bien jurídico de la administración pública. El delito de prevaricato por acción corruptamente motivado lesiona al bien jurídico a través de la quiebra de la legalidad, pero también mediante el desconocimiento de la igualdad e imparcialidad. Esta última afectación coincide con la presentada por el delito de cohecho propio, aspecto que hace que el concurso entre ambas conductas sea inoperante. Luego, la concurrencia de ambas conductas genera un escenario de concurso aparente que debe ser resuelto a favor del delito de prevaricato por acción.