Ni con el pétalo

El siguiente texto es acompañante de una obra pero también de un proceso que está en constante construcción y destrucción. Que ha irrumpido en mi, dejando grietas, quebrando espacios arraigados pero también destapando otros segregados.Espacios que estaban (están) allí ocultos pero no tanto. Esta con...

Full description

Autores:
Vaca Angulo, María Fernanda
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2020
Institución:
Universidad de los Andes
Repositorio:
Séneca: repositorio Uniandes
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/44567
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/1992/44567
Palabra clave:
Violencia contra la mujer
Violencia de género
Violencia contra la mujer en el arte
Arte
Rights
openAccess
License
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Description
Summary:El siguiente texto es acompañante de una obra pero también de un proceso que está en constante construcción y destrucción. Que ha irrumpido en mi, dejando grietas, quebrando espacios arraigados pero también destapando otros segregados.Espacios que estaban (están) allí ocultos pero no tanto. Esta contaminación me ha permitido caminar por mi inconsciente; conocerme y reconocerme mientras conozco el universo de otras. Me ha transformado, quebrado, armado, cosido, inspeccionado, cortado, tratado, inyectado. A las mujeres no se les toca (pega) ni con el pétalo de una rosa, Es una de esas frases que circulan por ahí, de boca en boca, esas que la gente pronuncia muchas veces (como muchas cosas), por costumbre, sin pensar. Cuando estaba en el colegio los niños de mi salón decidieron completarlo a su favor: A las mujeres no se les pega ni con el pétalo de una rosa... Pero sí con el palo de una escoba. Sus palabras seguían allí como muchas otras. Sin embargo por fuerza de costumbre, como de costumbre no pensaba en ellas (¿o sí?). Luego de totazo llegó eso que alguien designó como violencia de género, junto con la honestidad de otros cuerpos que incluso con valentía eran capaces de desnudar su fragilidad, cosa que yo era incapaz de hacer. Sentía sus historias, mientras ellas me inyectaban la piel, me reconocía con un efecto mimético en sus cuerpos desde la singularidad de nuestro recorrido.