Periodismo cultural y la otredad en los medios: un acercamiento desde los estudios culturales

Parece que el periodismo cultural, en pleno siglo XXI, transita de manera silenciosa y poco visible por la vida social. Es sujeto de una importancia crucial en la manera en que nos acercamos a la cultura, cómo la leemos y la abordamos, cómo la entendemos. Cuenta con un papel importante también en la...

Full description

Autores:
Valencia Reyes, Gabriela
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2023
Institución:
Universidad de los Andes
Repositorio:
Séneca: repositorio Uniandes
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/73396
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/1992/73396
Palabra clave:
Periodismo
Cultura
Medios
Otredad
Crítica
Mediaciones
Lenguas y Cultura
Rights
openAccess
License
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International
Description
Summary:Parece que el periodismo cultural, en pleno siglo XXI, transita de manera silenciosa y poco visible por la vida social. Es sujeto de una importancia crucial en la manera en que nos acercamos a la cultura, cómo la leemos y la abordamos, cómo la entendemos. Cuenta con un papel importante también en la manera en que catalogamos cultura, qué es y qué no es, qué esperamos encontrar o no, o incluso a qué medios acudimos para leer un «tipo» de noticias de cultura u otro. En el mundo actual, resulta especialmente importante poner la cultura en un lugar privilegiado para entender la sociedad, puesto que ha permeado no solo en el campo de las ciencias sociales y humanas, sino también en los ámbitos político y económico, llegando incluso a aparecer nuevos espacios conceptuales y de análisis. Por esto, una lectura crítica a la manera en la que el periodismo es capaz de legitimar, potenciar y modificar discursos sobre cultura es completamente pertinente, especialmente, en nuestros días. Sin embargo, a la hora de acercarnos a estos escritos, ponemos de manifiesto las dudas y problemas que se pueden encontrar al leerlos, comprenderlos y, de cierta manera, habitarlos. El primero de estos problemas es la concepción que se tiene en la actualidad sobre el periodismo cultural. El periodismo cultural es entendido como una rama más pequeña del periodismo en general, como una subdivisión de éste. El periodismo, a su vez, es parte constituyente del mundo de los medios y la comunicación: aquel sector que participa en la circulación, apropiación y adaptación de discursos con el fin último de informar y dar, hasta cierto punto, entretenimiento a un consumidor voraz. Así, el periodismo cultural termina siendo encasillado en el mundo de los medios, víctima de los mismos problemas que, especialmente en el último siglo, han perseguido a este universo. ¿Cuál es el problema de los medios? Entre muchos otros, los medios se han utilizado como una herramienta que legitima y asegura el control de una parte de la población, generalmente por parte del Estado o un grupo dominante, sobre las masas. Esto se da especialmente en sociedades capitalistas, ya que en este tipo de organizaciones sociales las clases dominantes también se hacen con el control de los medios de trabajo intelectual (Hall, 1997). En estas, los medios se presentan como un útil que «da libertad» y «permite la toma de decisiones», actuando con frecuencia del lado de grupos dominantes que permiten el uso legítimo del poder al controlar el discurso mediático, lo que a su vez asegura el control de un grupo social (Martín Barbero, 1988; Hall, 1997), y permean en los principales medios de circulación de ideas e imágenes vigentes en estas sociedades. Este control lleva, inevitablemente, a la homogenización de la cultura (Hall, 2019). Esta cultura homogénea pasa a llamarse cultura de masas, gracias a la terminología utilizada por Horkheimer y Adorno (1969). Además, otro de los problemas más grandes que enfrenta el periodismo cultural es la dificultad de su limitación. Definir estrictamente el periodismo cultural hoy en día resulta, cuando menos, imposible. La definición siempre va a cambiar dependiendo del medio, periódico, experto, periodista o página con la que se hable. Sus alcances van desde el cubrimiento de lo que tradicionalmente se ha conocido como «alta cultura» (la cultura de las clases dominantes) hasta farándula y espectáculo. La pregunta en este momento es crucial: ¿se debe intentar de alguna manera delimitar lo que se habla o cubre el periodismo cultural? Y, aún más importante: ¿es posible y/o necesario definir cultura para luego extrapolar esta definición para que cubra al periodismo cultural?