El futuro no se encierra: Mujeres Libres y la defensa de los derechos en carne propia

“Yo quería saber qué pasaba con las mujeres al salir de la cárcel”. Esto fue lo que me dijo Claudia durante nuestra primera conversación, en la que me estaba presentando a la Corporación Mujeres Libres y me estaba contando cómo empezó. Yo tenía una idea muy general de lo que pasaba después de una co...

Full description

Autores:
Vélez Acelas, Gabriela
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2024
Institución:
Universidad de los Andes
Repositorio:
Séneca: repositorio Uniandes
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/74495
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/1992/74495
Palabra clave:
Antropología de las emociones
Cárceles y alteridad
Espacios peri-carcelarios y para prisión
Mujeres Libres
Identidad y estigma
Antropología
Rights
openAccess
License
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International
Description
Summary:“Yo quería saber qué pasaba con las mujeres al salir de la cárcel”. Esto fue lo que me dijo Claudia durante nuestra primera conversación, en la que me estaba presentando a la Corporación Mujeres Libres y me estaba contando cómo empezó. Yo tenía una idea muy general de lo que pasaba después de una condena: las mujeres sufrían para conseguir trabajo, recurrían a fundaciones en búsqueda de pequeñas ayudas y, en muy contadas ocasiones, acudían a programas estatales en los que las ayudaban a través de esta figura difusa que es la resocialización. Sin embargo, lo que pasa con ellas se extiende mucho más allá de cómo sobreviven después de la cárcel. ¿Qué se hace con la vivencia del encierro después de recobrar la libertad? ¿Dónde queda la experiencia de haber estado bajo el yugo de los muros? ¿Cómo se cuenta ese tiempo perdido con los seres amados? ¿Qué se hace con todas las vulneraciones a derechos que se sufrieron? ¿Qué pasa con el dolor, con la amistad, con la rabia? Todas estas son preguntas que parecemos olvidar ante las olas de informes orgullosos con cifras de condenas y fotos de personas capturadas y esposadas. Son preguntas que ante el creciente deseo de seguridad, parecen “lo de menos”. Hemos sido testigos del nuevo discurso de la política criminal que invoca sistemáticamente al público lleno de ira, cansado de vivir con temor, que exige fuertes medidas de protección y, sobre todo, de castigo . En Colombia estamos ante una tendencia expansiva del derecho penal que supone la prevalente actuación punitiva del Estado. Este movimiento expansivo evoca una idea de justicia en la que predomina la retribución y la punición. Pero cómo afecta esta tendencia la vida antes, durante y después de la sentencia de prisión es una pregunta que no se suele formular. Las vidas afectadas por el encierro se vuelven invisibles para el ojo público que pide más cárceles, más delitos, más encierros. Esto hasta que aparecen personas libres, Mujeres Libres, que dicen: aquí estamos y esto es lo que pasa. A pesar del discurso oficial de que la cárcel busca la resocialización, las experiencias de Martha, Claudia, Lolis y La Profe - a quienes presentaré - no parecen reflejar este fin. Las cárceles son lugares de profunda exclusión y marginalidad en los que se esfuman algunas formas de agencia y vida política, se sufre el miedo de la sujeción absoluta, se aprende a callar para sobrevivir y se buscan vías de escape a la dolorosa realidad. Y aún en estas condiciones se tejen vínculos: amistades, complicidades, abrazos y luchas que trascienden los muros y que duran mucho más de lo que dura la condena. Mujeres Libres es una consecuencia casi milagrosa de la vida en la cárcel. La hostilidad y la dureza del encierro no quebrantaron la tenacidad de estas mujeres que hoy, años después de haber salido, se manifiesta en una lucha constante por el respeto a los derechos de las mujeres encarceladas, por una vida digna dentro de los muros, por un cambio en la política criminal y, utópicamente, por la abolición de la prisión. Las mujeres que la integran, contrario a someterse a la injusticia, eligieron un camino de resistencia y rebeldía que además, se rehúsa al olvido de la cárcel como una experiencia que las atravesó. Este trabajo se aproxima precisamente a la elección de ese camino, a la historia afectiva de Mujeres Libres, a la vida en la alteridad y a la vida política durante la experiencia de estar en la cárcel y al salir de ella; a las formas en las que se articula la experiencia afectiva con procesos sociales a gran escala como lo es la lucha por un cambio en la política criminal. Así, exploraré la pregunta ¿cómo la experiencia de las mujeres que conforman Mujeres Libres formó la identidad de la Corporación?