El secreto de Sie

La ciudad es un caos, eso lo sabemos. Pero existen caos más grandes que otros, lugares en los que las casas se erigen ante nosotros en lo que parece ser una eternidad. Lugares cuyo único elemento se repite incansablemente hasta sofocarnos. No nos dan respiro. No. Son desiertos capaces de drenar hast...

Full description

Autores:
Zambrano Garcés, Andrea Carolina
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2018
Institución:
Universidad de los Andes
Repositorio:
Séneca: repositorio Uniandes
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.uniandes.edu.co:1992/45447
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/1992/45447
Palabra clave:
Arquitectura y medio ambiente
Agua y arquitectura
Arquitectura
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Description
Summary:La ciudad es un caos, eso lo sabemos. Pero existen caos más grandes que otros, lugares en los que las casas se erigen ante nosotros en lo que parece ser una eternidad. Lugares cuyo único elemento se repite incansablemente hasta sofocarnos. No nos dan respiro. No. Son desiertos capaces de drenar hasta la última gota de tranquilidad que podamos albergar. Y lo más terrorífico es que lo hacen silenciosamente, agotan nuestra existencia de un modo tan siniestramente imperceptible que llega un día en que por más que buscamos no hallamos más que tristeza. Y entonces, vemos una montaña a lo lejos, sus componentes son los mismos que nos agobian, pero hay algo diferente en ella y para descubrirlo tenemos tres encuentros, cada uno tan diferente como el otro. El primer encuentro lo vive el habitante, aquel que vive en esa mística montaña de casas. Él debe subir mientras el agua baja, sube entre jardines y casas. Su hogar le permite ver un poco de lo que la conformación encierra. El segundo encuentro lo vive el visitante, aquel que deambulando por la calle encontró la entrada a un oasis. Él debe caminar bajo las casas y hacia la tranquilidad, su experiencia es serena, apreciativa. El tercer encuentro solo le pertenece al curioso, al que decide seguir el agua. Él no llega a ver el agua, llega a ser parte de ella, y en este proceso se encuentra a si mismo.