Holocene marine benches in south america and elsewhere
Terrazas marinas holocenas en Suramérica y otros lugares.- Las terrazas marinas bajas, o "plataformas costeras, tales como las que se presentan en algunas costas de rocas duras en Nueva Zelandia septentrional y en otros lugares, pueden atribuirse en su mayor parte a la erosión del oleaje de to...
- Autores:
-
Cotton, C. A.
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1962
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/41113
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/41113
http://bdigital.unal.edu.co/31210/
- Palabra clave:
- Geología
Ciencias de la tierra
Geociencias
Geología
ciencias de la tierra
geociencias
Terrazas marinas holocenas
plataformas costeras
oleaje
remoción de la regolita
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Terrazas marinas holocenas en Suramérica y otros lugares.- Las terrazas marinas bajas, o "plataformas costeras, tales como las que se presentan en algunas costas de rocas duras en Nueva Zelandia septentrional y en otros lugares, pueden atribuirse en su mayor parte a la erosión del oleaje de tormenta con el nivel del mar en su posición actual, aun cuando algunas en lugares protegidos (las del tipo del "Old Hat") pueden explicarse como desarrolladas por la remoción de la regolita mediante la acción débil del oleaje, hasta dejar expuesta una superficie plana, horizontal, de roca no meteorizada, a un nivel de saturación acuática a la altura media de la pleamar (Fig. 2). Se ha observado erosión de oleaje de tormenta que esculpe plataformas de rocas duras al nivel de las pleamares, y aún muy por encima de ellas; pero donde este proceso opera, produciendo un "corte de sierra" en el litoral, la erosión marina también esta practicando otro corte a un nivel inferior, cuyo resultado, combinado con la abrasión marina y la acumulación mar adentro, produce un perfil submarino que se inclina hacia el mar desde un borde litoral situado entre la pleamar y la bajamar, o aún por debajo de esta. Donde se presenta una plataforma de oleaje de tormenta, esta termina hacia el mar, por consiguiente, en una escarpa, y el perfil de la costa es escalonado (Figs. 3, 4) ; pero cuando no hay diferencia apreciable de nivel entre los dos cortes, o cuando predomina el del inferior, no se produce ni la "plataforma costera" ni el perfil escalonado. Por consiguiente, este no es, en manera alguna, universal. Los procesos secundarios, activos entre las tormentas, generalmente rebajan un poco las superficies de las plataformas costeras de oleaje de tormenta, manteniendo, y aun acentuando, su regularidad y horizontalidad. En la costa tropical del Brasil, en donde la abrasión marina esta actualmente (bajo las condiciones de clima húmedo-cálido prevalecientes) inhibida por la meteorización tropical del litoral, el cual priva a las olas de los fragmentos de rocas duras y partículas necesarias como herramientas de corrasión, se han descrito plataformas costeras que han sido atribuidas a la meteorización de lloviznas salinas, un proceso análogo a los procesos secundarios que rebajan y pulen las superficies de algunas terrazas esculpidas por las olas (Fig. 5). Puede advertirse que la meteorización por llovizna salina, esencialmente un proceso de pulimiento, quizás haya modificado únicamente plataformas costeras que fueron esculpirlas por la acción de las olas durante una fase del optimo climático del Holoceno en la cual la meteorización del terreno, bajo condiciones de aridez, produjo fragmentos gruesos, que sirvieron como herramientas de abrasión para el oleaje. No todos los geomorfólogos admiten que algunas plataformas de oleaje que hoy se encuentran como terrazas marinas, se desarrollaron por encima del nivel del mar, o aún al nivel de la pleamar. En realidad FAIRBRIDGE ha afirmado que todas ellas atestiguan antiguos niveles de bajamar. En parte debido a esto, pero también porque se ha observado que la generación de plataformas de oleaje de tormenta tiene lugar en varios niveles aun en zonas adyacentes de la misma costa, no hay acuerdo general respecto de la magnitud de la emergencia de las costas, si es que esta ha tenido lugar, en cuanto evidenciada por las terrazas de oleaje. Algunas terrazas de oleaje de tormenta, que pueden existir hoy como formas remanentes, fueron probablemente esculpidas durante el óptimo climático del Holoceno y deben estar hoy, si sobreviven, a una mayor altitud (con respecto al nivel del mar) que aquella en la cual se desarrollaron. Este puede ser el caso de las plataformas costeras de las islas de Santa Helena y Tutuila, descritas por R. A. DALY, pero solo es posible conjeturar acerca de la magnitud de la emergencia que ellas indican. Es posible que tengan unos 2.300 años de edad en relación con la "inmersión de Abrolhos" de FAIRBRIDGE +5 0 +6 pies. En el caso de muchas terrazas prominentes, tales como las de los ejemplos bien conocidos en Nueva Zelandia septentrional, en donde el proceso de cortetodavía progresa activamente, la teoría de que ellas representan formas remanentes es inadmisible. Aun cuando FAIRBRIDGE ha aseverado confiadamente que todas ellas (incluyendo las plataformas del Old Hat) deben haber sido desarrolladas al nivel de la bajamar durante el óptimo climático del holoceno, esta es una extrapolación de sus propias observaciones, hechas en costas de calizas bañadas por aguas templadas y erosionadas por solución, muy difícil de admitir. |
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