Una alternativa literaria para la literatura
Después del fervor casi místico que durante tanto tiempo caracterizó la búsqueda de los fundamentos del arte, una nueva perspectiva sociológica vino a poner las cosas en su sitio. Contraria a todo esencialismo estético, esa perspectiva mostró que las reglas del arte pertenecen a este mundo, que son...
- Autores:
-
Urueta Gutiérrez, Fernando
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2008
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/26358
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/26358
http://bdigital.unal.edu.co/17404/
- Palabra clave:
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Después del fervor casi místico que durante tanto tiempo caracterizó la búsqueda de los fundamentos del arte, una nueva perspectiva sociológica vino a poner las cosas en su sitio. Contraria a todo esencialismo estético, esa perspectiva mostró que las reglas del arte pertenecen a este mundo, que son reglas determinadas por sujetos y asociaciones reales. El campo artístico no es, como se creía, un recinto sagrado, sino una institución profana de fuerzas en conflicto. Las posiciones que se adoptan en él, y las disposiciones, dependen del patrimonio cultural que han heredado o acumulado quienes lo conforman: pintores, escritores, público, editores, galeristas, críticos, impresores, marchantes, periodistas, etc. Ese patrimonio es simbólico, se refiere a los valores, es decir, a las creencias que, cosechadas a lo largo de generaciones, le han dado cohesión al campo y, gracias a ello, cierta independencia frente a otros campos. El inventario de dichas creencias y la reconstrucción de sus relaciones son, desde esta perspectiva, indispensables para responder cualquier pregunta en torno al arte. Sólo de esa manera se ha desvelado la tramoya sobre la que han construido su práctica los artistas: ellos, igual que quienes actúan en otros campos, también son objeto de determinaciones sociales y económicas. Las posiciones y disposiciones en el campo del arte han quedado así reducidas a las proporciones justas: los valores estéticos no son puramente estéticos, sino que responden a una búsqueda de prestigio, o a convicciones morales, o a intereses de poder económico y político. |
---|