Samaná, tierra de agua y miel

Samaná, municipio cordillerano del Magdalena caldense cuya extensión es de 761 kilómetros cuadrados, ayer referente de la violencia del frente 47 de las FARC y hoy convertido en un escenario de esperanza y paz, ocupa el territorio que comparte con Pensilvania en lo que se conocía en el siglo XIX com...

Full description

Autores:
Duque Escobar, Gonzalo
Tipo de recurso:
Work document
Fecha de publicación:
2018
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/68897
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/68897
http://bdigital.unal.edu.co/70209/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
33 Economía / Economics
35 Administración pública y ciencia militar / Public administration and military science
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
37 Educación / Education
38 Comercio, comunicaciones, transporte / Commerce, communications and transportation
39 Constumbres, etiqueta, folclor / Customs, etiquette and folklore
91 Geografía y viajes / Geography and travel
99 Historia general de otras áreas / History of ancient world; of specific continents, countries, localities; of extraterrestrial worlds
Samaná - Caldas (Colombia), Magdalena Centro - Colombia, Magdalena Caldense – Colombia
Río La Miel - Caldas
Río Samaná Sur - Caldas
Río Tenerife - Caldas
PNN Selva de Florencia - Caldas, Laguna de San Diego - Caldas
Nación de los Pantágoras
Indígenas Samanáes
San Martín – Corregimiento
Norcasia (Municipio) - Caldas
Berlín – Caldas (Corregimiento)
Encimadas – Caldas (Corregimiento)
Pensilvania – Caldas (Colombia)
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Samaná, municipio cordillerano del Magdalena caldense cuya extensión es de 761 kilómetros cuadrados, ayer referente de la violencia del frente 47 de las FARC y hoy convertido en un escenario de esperanza y paz, ocupa el territorio que comparte con Pensilvania en lo que se conocía en el siglo XIX como la tenebrosa selva de Sonsón. Bañado por los ríos Tenerife, Samaná Sur y La Miel, después del exterminio de las tribus descendientes de los Palenques por parte de los conquistadores, el lugar permanece deshabitado hasta que se produce la Colonización Antioqueña. Tras la ocupación impulsada por la minería aurífera de aluvión, con la cual hacia 1860 también se introducen el cultivo del café, dada la consolidación de varios poblados entre ellos la cabecera, los pobladores acuerdan desde 1878 darle a la región el nombre de San Agustín, logran en 1884 la creación del corregimiento adscrito a Pensilvania que había sido fundado en 1866 y se había hecho municipio en 1872, y obtienen la erección definitiva como Municipio en 1908, con el nombre de San Agustín, el cual permanecerá hasta 1930, cuando pasa a denominarse Samaná, en honor a los aborígenes Samanáes, descendientes de la nación de los Pantágoras.