Un abrazo sororo a la mujer que aborta

"Quizás lo primero que tengo que hacer, antes de ningún planeamiento, es pedir perdón por tomarme la palabra frente a una situación en la que directamente, no tendría nada qué decir, ya que nunca me he visto en la dramática situación de tener que decidir frente a un embarazo no deseado o un abo...

Full description

Autores:
Navia Velasco, Carmiña
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2006
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53555
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53555
http://bdigital.unal.edu.co/48148/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Aborto
Sororidad
Marginación
Subalteridad
Cuerpo
Derechos sexuales y reproductivos
Teología
Feminismo
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:"Quizás lo primero que tengo que hacer, antes de ningún planeamiento, es pedir perdón por tomarme la palabra frente a una situación en la que directamente, no tendría nada qué decir, ya que nunca me he visto en la dramática situación de tener que decidir frente a un embarazo no deseado o un aborto. Demasiadas gentes (especialmente varones), discuten y toman posiciones y decisiones ante una realidad que en sentido estricto no les pertenece, casi ni les incumbe, ya que no se comprometen con los hijos o hijas que han engendrado. Creo que la única palabra plenamente válida sobre el aborto o la interrupción del embarazo la tienen los millones de mujeres que en el mundo se ven constantemente abocadas a esta dramática situación. Me acerco entonces a esta realidad, con temor y temblor… y con un profundo respeto por estas mujeres a las que no se les reconoce el derecho a la palabra, a la explicación, a la decisión. Mujeres a las que no se apoya en su drama, sino que se les condena responsabilizándolas de una realidad que es responsabilidad comunitaria y colectiva. Les pido permiso, para desde mi situación de privilegio, expresar mi más profunda solidaridad y sororidad con ellas..."