Aspecto de la agricultura intensiva en la provincia de ocaña, departamento norte de santander.
Un inteligente sentido de lógica deducción, unido al patriótico esfuerzo por el mejoramiento de su tierra, llevó al Dr. Luis Carvajalino Jácome a la conclusión de que el problema de la agricultura intensiva en la Provincia de Ocaña (Santander del Norte) presentaba aspectos tan diversos y complejos,...
- Autores:
-
Obregón Botero, Rafael
Otoya., Francisco J.
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1941
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/44047
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/44047
http://bdigital.unal.edu.co/34145/
- Palabra clave:
- Agricultura
Norte de Santander
Ocaña
Cultivo del café
Industria agrícola.
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Un inteligente sentido de lógica deducción, unido al patriótico esfuerzo por el mejoramiento de su tierra, llevó al Dr. Luis Carvajalino Jácome a la conclusión de que el problema de la agricultura intensiva en la Provincia de Ocaña (Santander del Norte) presentaba aspectos tan diversos y complejos, que quiso por todos los medios interesar a los Gobiernos Nacional y Departamental en una favorable solución. Fue así como en el cumplimiento de un programa de resurgimiento progresivo de la industria agrícola, este conocido profesional nortesantandereano pidió al Ministerio de la Economía Nacional se comisionara a un Fitopatólogo y a un Entomólogo para estudiar los problemas surgidos del creciente aumento de plagas y enfermedades en la región y especialmente el decaimiento que por estos factores notábase en la industria cebollera. Atendiendo a la insinuación, el Ministerio de la Economía tuvo a bien encargarnos de tan interesante comisión y para el mejor cumplimiento a nuestro juicio, estudiamos y observamos con algún detenimiento los diferentes aspectos de su agricultura. Estas observaciones y conclusiones las queremos presentar y ofrecer como una modesta cooperación al programa de progreso en cuyos resultados finales están empeñados tanto sus dirigentes como el pueblo de Santander. A pesar de que nuestra misión se limitaba al estudio de la sanidad de los cultivos, quisimos hacer extensivas las observaciones a otros puntos de vital importancia, toda vez que las modalidades de la región presentaban aspectos de un problema que pudiéramos llamar nuevo para nuestra agricultura nacional. Quizás el cultivo del café en las tierras del Quindío tienen un verdadero aspecto de agricultura intensiva con caracteres de económica importancia, pero aparte de ésta y de contadas regiones del país, nos atrevemos a opinar que la localidad ahora descrita se perfila como exponente de la futura agricultura intensiva a la cual tendremos que apelar dentro de poco tiempo llevados por el constante empobrecimiento de los suelos, el aumento de población y el incremento de demanda de mercados. Estos y otro gran número de factores son los que mueven a la población rural hacia métodos la mayoría de las veces adquiridos por observaciones y deducciones tomadas de su propio cultivo, en los cuales van envueltas muchas fatigas, muchos sudores y trabajos, pero que interpretando bien, es la misma necesidad aguzadora de la inteligencia que ejercita el músculo para luchar por subsistir, que es analógo a progresar. No será este problema regional un asomo al futuro aspecto al cual marchamos con rapidez y que llegará en un no lejano día para el país como resultado de los desmontes, el arrastre de los suelos hacia los ríos y el exceso de población. Algunos puntos serán tratados con mayor intensidad, como son: todo lo relacionado con el cultivo de la cebolla que en realidad fue nuestra mira principal durante el reconocimiento; la erosión del suelo por considerarla como un verdadero problema de la región, y algunos puntos de vista nuestros sobre un programa de acción a este respecto. Aprovechamos la ocasión para agradecer a los señores Carvajalino Jácome, Benito Cabrales, Antonio García y Alberto Franco por las facilidades y atenciones que los tres primeros nos brindaron, sin las cuales no habríamos llenado nuestro deseo de estudiar el problema; y al último, por su valiosa cooperación de los dibujos aquí insertados; también, a los hacendados que tan galantemente contribuyeron con sus datos para el mejor éxito de la comisión. |
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