Bioética y medios de comunicación: Influencias y responsabilidades mutuas.

La civilización actual está sumida en una crisis sin precedentes a causa del manejo imprudente e irresponsable del gran poder que la tecnociencia ha puesto en nuestras manos desde hace un par de siglos, sobre todo en lo que concierne a la ingeniería y la medicina, al punto que no es raro encontrar l...

Full description

Autores:
Sierra Cuartas, Carlos Eduardo de Jesús
Tipo de recurso:
Work document
Fecha de publicación:
2020
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/77223
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/77223
http://bdigital.unal.edu.co/74782/
Palabra clave:
Bioetica
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:La civilización actual está sumida en una crisis sin precedentes a causa del manejo imprudente e irresponsable del gran poder que la tecnociencia ha puesto en nuestras manos desde hace un par de siglos, sobre todo en lo que concierne a la ingeniería y la medicina, al punto que no es raro encontrar la denominación de aprendices de brujo para los ingenieros, médicos y científicos de nuestra era. De hecho, la evidencia al respecto es abrumadora y, salvo por intereses corporativos inconfesables, el sentido común, el menos común de los sentidos, sugiere tomar en consideración tanto los hechos científicos a fin de enriquecer el discernimiento ético respectivo como la humanización de la tecnociencia con miras a la preservación de la vida en el planeta. Pero, claro, esto le exige a la humanidad la compenetración con el modo científico de ver el mundo, condición que no existe en la actualidad con motivo de las falencias de los sistemas educativos, incluidos los medios de comunicación de masa Así, esta civilización carece de una comprensión satisfactoria acerca de lo que es la ciencia, la tecnología, la investigación científica, el conocimiento y la información. En realidad, no abundan precisamente las fuentes que diluciden semejante babel. Y, para colmo, cuando algún libro, artículo o ensayo lúcido logran ver la luz, es bastante exigua su difusión a todo el cuerpo social, en parte por ser poco numerosas las tiradas respectivas. Es decir, tienden a quedarse atrapados en los mentideros académicos, e, incluso, dentro de los mismos, la difusión dista mucho de estar generalizada. Y esto a pesar de que estamos en la era de la Internet. Por supuesto, esto es una pena habida cuenta del esfuerzo serio de reflexión e investigación que está detrás de tales obras del pensamiento. Significa lo anterior que estamos ante una crisis que, a mi juicio, comprende tres dimensiones: la crisis del sistema general de las ciencias, la crisis de la educación y la crisis de los medios de comunicación. Ahora bien, decir que existen estas crisis equivale a decir que, pese a su diagnóstico lúcido desde décadas atrás por parte de intelectuales comprometidos, las sociedades humanas todavía no han dado el paso decidido hacia la convivencialidad, esto es, hacia un paradigma de civilización armonizado con la naturaleza y su preservación, un paradigma que implica el concurso de la comprensión de las leyes naturales imbricadas con el discernimiento ético en clave de bioética global. En semejante estado de cosas, dada la urgencia de llevar a cabo debates bioéticos intensos que, según parece, ocuparán todo el siglo XXI, se impone la necesidad de educar a la sociedad en general, desde el más humilde ciudadano hasta quienes detentan la dirección de las sociedades, en materia bioética, puesto que ésta debe tener un necesario polo a tierra y estar imbricada en el mundo de la vida, como parte de la cultura de una civilización que aspire a no desaparecer de la faz de la Tierra. Así, la bioética no debe ser un conocimiento esotérico apenas limitado a los círculos de especialistas. En consecuencia, este ensayo está dedicado a mirar con detenimiento lo tocante a las tres crisis antedichas, tras lo cual entraremos a hablar del papel del héroe y el antihéroe en los medios de comunicación, para así pasar a lo que es la dimensión convivencial de estos medios y, en calidad de cierre con broche de oro, lo que cabe esperar acerca de éstos en un contexto planetario futuro poco halagüeño, que está más cerca de lo que podríamos imaginar, caracterizado por el colapso de la civilización