Del sistema al actor

Si consideramos que las conductas sociales están determinadas por el lugar que los individuos, los grupos o las categorías sociales ocupan en la organización social, entonces será necesario aceptar la idea de que aquello que se denomina la Sociedad posee sus propios intereses y refuerza su integraci...

Full description

Autores:
Touraine, Alain
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2003
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/25262
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/25262
http://bdigital.unal.edu.co/16299/
Palabra clave:
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Si consideramos que las conductas sociales están determinadas por el lugar que los individuos, los grupos o las categorías sociales ocupan en la organización social, entonces será necesario aceptar la idea de que aquello que se denomina la Sociedad posee sus propios intereses y refuerza su integración y funcionamiento. Esta idea ha encontrado dos expresiones concretas: o bien se piensa que el bien y el mal son definidos por aquello que es funcional o disfuncional para la sociedad, es decir que se define por su integración, por las conductas de sus miembros, o bien se prefiere afirmar que la sociedad no es un sistema sino un conjunto de medios dirigidos por una clase o una elite dirigente. Se trata de dos versiones diferentes de lo que se puede denominar sociologismo, es decir, considerar que el interés de la totalidad se impone a sus partes, como el cuerpo se impone a los órganos en la concepción biológica tradicional. Se puede distinguir también la sociología funcionalista sistémica de la sociología funcionalista crítica. En ambos casos se trata de dos de las orientaciones mas importantes del pensamiento sociológico desde sus orígenes.