La genealogia de la violencia
Quienes defienden la tesis de que la violencia es el fruto de un desenvolvimiento de tipo capitalista avanzan, además, dos argumentos que rezan así: durante el lapso que va de 1947 a 1957 se presentó un poderoso avance de la industrialización en Colombia, y en esta etapa igualmente hubo, en las zona...
- Autores:
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Posada Díaz, Francisco
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1967
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/55261
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/55261
http://bdigital.unal.edu.co/50601/
- Palabra clave:
- 33 Economía / Economics
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
98 Historia general de América del Sur / History of ancient world; of specific continents, countries, localities; of extraterrestrial worlds
Coloniamismo español
Colombia
Violencia
Historia
Siglo XVIII
Capitalismo agrario
Revolución burguesa
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Quienes defienden la tesis de que la violencia es el fruto de un desenvolvimiento de tipo capitalista avanzan, además, dos argumentos que rezan así: durante el lapso que va de 1947 a 1957 se presentó un poderoso avance de la industrialización en Colombia, y en esta etapa igualmente hubo, en las zonas de violencia, un crecimiento casi desorbitado de las actividades de la “usura” y el “comercio”. En cuanto a lo primero, nada prueba en lo que respecta a un progreso capitalista directamente vinculado a la violencia; no sobra añadir que si hubo una acumulación de capitales, ésta se efectuó en el sentido monopolista de concentración y centralización, lo cual, como demuestra la experiencia histórica nuestra y de los países del Tercer Mundo, puede coexistir con relaciones agrarias arcaicas o feudales y semifeudales. Los enclaves monopolistas no son sino la patentización de un capitalismo de invernadero que muy poco tiene que ver con un desenvolvimiento industrial global y progresivo. El segundo de los argumentos citados es por lo menos ridículo desde el punto de vista de la teoría marxista, a la cual recurre para embadurnarse con una cierta apariencia. Como Marx lo indicó —y así lo hizo para diferenciarse de la ideología historiográfica reinante en su época—, capitalismo no es igual a capital. |
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