Problemas cafeteros

El sensible decaimiento de numerosos cafetales, en municipios considerados desde hace cuarenta años como verdaderos baluartes de la industria, decaimiento que se hace más ostensible si se analiza el rendimiento de la producción por unidad, nos hace pensar que para el cultivador ha de llegar una hora...

Full description

Autores:
Valencia M., Miguel
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1940
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/72058
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/72058
http://bdigital.unal.edu.co/36530/
Palabra clave:
Café
Suelo
Cafetales
Erosión.
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:El sensible decaimiento de numerosos cafetales, en municipios considerados desde hace cuarenta años como verdaderos baluartes de la industria, decaimiento que se hace más ostensible si se analiza el rendimiento de la producción por unidad, nos hace pensar que para el cultivador ha de llegar una hora, en que vuelto sobre sí mismo, tratará de alejarse de sus viejas tácticas, para enrutarse hacia nuevos sistemas que ante todo, se acomoden a la realidad económica y al avance técnico, que en materia de explotaciones agrícolas ya se vislumbra. En Antioquia, de manera especial, las empresas cafeteras sufren las terribles consecuencias de la erosión, disminuyéndose diariamente el espesor de la zona del suelo penetrable a las raíces del cafeto y restringiéndose funestamente la absorción de los nutrientes, que aquél necesita para sus funciones biológicas. Se hace para estas nuestras tierras, indispensable una campaña que por fortuna ya se inicia que tienda a mantener en el suelo, el juego continuo de las bacterias tan decisivas en la descomposición, aprovechando los troncos de plátano, las hojas que naturalmente deja caer el sombrío y que a veces forman un verdadero acolchonamiento con muy lejanas probabilidades de incorporarse al suelo, y la pulpa de café, en los hoyos o cajuelas que se abren en el suelo entre los árboles, con una profundidad que afecte el subsuelo siquiera en veinte centímetros.