El taparrabos de la ética: el reciente “retorno” de la ética y sus condiciones
Desde hace casi dos siglos -prácticamente desde Kant-, parecía que la ética se había convertido, cada día más, en una disciplina académica, en un pariente pobre de la filosofía, o bien, en tema de catecismo religioso. De este modo, resulta característico que Bergson, por ejemplo, haya escrito Las do...
- Autores:
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Castoriadis, Cornelius, 1922-1997
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1997
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53174
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53174
http://bdigital.unal.edu.co/47701/
- Palabra clave:
- 17 Ética (Filosofía, moral) / Ethics
3 Ciencias sociales / Social sciences
Política
Ética
Demagogia
Bioética
Regímenes Políticos
Tecnociencia
Imaginarios Sociales
Filosfía
Memoria
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Desde hace casi dos siglos -prácticamente desde Kant-, parecía que la ética se había convertido, cada día más, en una disciplina académica, en un pariente pobre de la filosofía, o bien, en tema de catecismo religioso. De este modo, resulta característico que Bergson, por ejemplo, haya escrito Las dos fuentes de la moral y la religión y Max Scheller El formalismo en la ética y la teoría de los valores sustantivos, pero fuera de estos dos libros, y quizá uno o dos más, los autores más importantes del siglo XX -Husserl, Heidegger, Whitehead- prácticamente no hablaron de ética, como tampoco hablaron, por cierto, de política. Sin embargo, desde hace cerca de 20 años, presenciamos un regreso, aparentemente ofensivo, del discurso que se reclama de la ética. El término discurso, por lo demás, resulta excesivo. En el peor de los casos, la palabra «ética» se utiliza como slogan y en el mejor, sólo es el signo de un malestar y una pregunta. ¿Por qué este cambio? Sin duda, las razones son múltiples y complejas. Pero me parece que tres de ellas saltan a la vista. En primer lugar, existe una particularidad en la historia de los siglos XIX y XX: son quizá, los primeros siglos que se pueden calificar como políticos, Napoleón, citado por Hegel: en los tiempos modernos, la política ocupa el lugar del antiguo fatum. Las revoluciones americana y francesa (y desde antes, la Ilustración) inauguraron una era que se continuó a todo lo largo del siglo XIX, con el movimiento democrático y el movimiento obrero, y que, al parecer, se cerró con la pulverización de la ideología marxista-leninista y el derrumbe de los regímenes totalitarios inspirados por ella. Al parecer, esta era confió a la política, más que ningún otro período de la historia, el papel más importante en la solución de los problemas humanos y, al mismo tiempo, trajo, para bien y a veces para mal, la participación masiva de los pueblos en actividades políticas... |
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