No hay silencio que no termine [reseña]
Las guerras en Colombia continúan y la escritura femenina también. Escrituras diversas: correspondencias, relatos breves, intentos de novelas, novelas, estudios y análisis, testimonios, modernamente entrevistas, historias de vida… A veces, perspectivas pretendidamente amplias, como Viva Cristo Rey,...
- Autores:
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Navia Velasco, Carmiña
Betancourt, Ingrid
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2010
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53756
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53756
http://bdigital.unal.edu.co/48407/
- Palabra clave:
- 3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Betancourt, Ingrid
Secuestro
Narrativa femenina
Actores armados
Autobiografía
Genocidio
Representaciones de la guerra
Amor
Reseña de libros
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Las guerras en Colombia continúan y la escritura femenina también. Escrituras diversas: correspondencias, relatos breves, intentos de novelas, novelas, estudios y análisis, testimonios, modernamente entrevistas, historias de vida… A veces, perspectivas pretendidamente amplias, como Viva Cristo Rey, de Silvia Galvis (1991); la mayoría, recortes parciales sobre la realidad. Ya he mirado en detalle una buena parte de esta escritura (Carmiña, 2005) y no me voy a detener en ella de manera general. Quiero focalizar mi atención en el último libro publicado de este canon: No hay silencio que no termine (Betancourt, 2010). La obra de Ingrid Betancourt continúa en la línea de los escritos que recogen la elaboración discursiva de las mujeres colombianas sobre la guerra en el país. También hace parte de un nuevo género engrosado recientemente: los libros sobre secuestros. Desafortunadamente, en Colombia el secuestro se ha convertido en una industria perversa y el lucrar a partir de la suerte de las personas secuestradas llega hasta el mismo mercado editorial. Como las FARCs multiplicaron el secuestro, los libros sobre este hecho nefasto se multiplicaron también. |
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