Una Ventana al Trabajo Infantil Doméstico: La experiencia en Colombia
Entrado el siglo XXI, nadie puede poner en duda que el trabajo infantil es un problema que lesiona severamente a las sociedades de los países que lo padecen. Sobre este tema se ha escrito muchísimo y se han hecho desarrollos legislativos muy importantes que van desde la Declaración de los Derechos d...
- Autores:
-
González, Paula
- Tipo de recurso:
- Book
- Fecha de publicación:
- 2004
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53010
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53010
http://bdigital.unal.edu.co/47501/
- Palabra clave:
- 3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Trabajo Infantil
Marco Normativo Colombiano
Justicia
Mercado Laboral
Derechos de los Niños
Exclusión Social
Hogares de Terceros
Comunicación Educativa
Prácticas Culturales
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Entrado el siglo XXI, nadie puede poner en duda que el trabajo infantil es un problema que lesiona severamente a las sociedades de los países que lo padecen. Sobre este tema se ha escrito muchísimo y se han hecho desarrollos legislativos muy importantes que van desde la Declaración de los Derechos del Niño proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 1959, hasta la suscripción de la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 1989. Desde su fundación en 1919, la OIT ha mostrado una gran preocupación por el trabajo infantil y ha adoptado diversas proposiciones relativas a una edad mínima de admisión al empleo en sectores tan diversos como la industria, las actividades marítimas, las labores agrícolas y el trabajo subterráneo entre otros. Sus esfuerzos al respecto se materializan en el Convenio 138 adoptado en 1973, como un instrumento esencial para el desarrollo de políticas nacionales que aseguren la abolición efectiva del trabajo de las niñas y de los niños, elevando progresivamente la edad mínima de admisión al empleo a un nivel que haga posible su sano desarrollo físico y mental. El compromiso institucional fue refrendado con la adopción de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en su 86ª reunión, celebrada en 1998. Allí uno de sus ejes básicos, establece la “abolición efectiva del trabajo infantil”, como uno de los pilares del mandato de la OIT. Posteriormente en 1999, se adoptó el Convenio 182 que compromete a la “prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación”. El Convenio hace referencia a todas las formas de esclavitud o prácticas análogas, la utilización, reclutamiento u oferta de niños y niñas para la prostitución, producción de pornografía o realización de actividades ilícitas, y el trabajo que, por su naturaleza o condiciones, es nocivo para la salud, seguridad o moralidad de los niños. El trabajo infantil doméstico en Colombia ha sido calificado, en el III Plan Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Juvenil 2003-2006, como un trabajo peligroso para las niñas y niños que lo realizan, por las condiciones en las cuales se desarrolla. Es por esta razón que la problemática requiere de la adopción de medidas inmediatas y eficaces que consigan su prohibición y eliminación con carácter de urgencia. Con el ánimo de progresar en la consecución de tal propósito, el país ejecutó el proyecto “Prevención y erradicación del trabajo infantil doméstico en hogares de terceros”, enmarcado dentro de la política nacional para la erradicación del trabajo infantil y la protección del joven trabajador. Este proyecto buscó contribuir a la eliminación del trabajo infantil doméstico retirando a las niñas y niños vinculados a estas actividades laborales, previniendo la inserción de aquellos que están en riesgo de ingresar prematuramente al mundo del trabajo doméstico y protegiendo los derechos de los jóvenes involucrados en este sector. En este contexto, se destaca la necesidad de visibilizar el rol del trabajo doméstico adulto y de reconstruir desde una perspectiva de derechos y de género, el valor socio económico de esta actividad que facilita el acceso al mercado laboral de muchas otras mujeres. Los resultados del proyecto son alentadores. Estudios e investigaciones han permitido conocer mejor el sistema de prácticas y relaciones que sustentan la reproducción del trabajo infantil doméstico en Colombia, así como el alcance y magnitud de la problemática. Propuestas legislativas han sido formuladas para obrar en coherencia con el objetivo del proyecto. Cientos de profesionales han sido informados y capacitados para abordar el tema. Madres, padres, maestros y medios de comunicación han aunado sus esfuerzos con las organizaciones de trabajadores y de empleadores, contribuyendo a la prevención y retiro de centenares de niñas y niños de estas labores. Todos estos logros nos dan la satisfacción de haber cumplido con los objetivos propuestos y nos llenan de optimismo al pensar que el Estado, la familia y la sociedad, se comprometen a trabajar por el presente y el futuro de las niñas y niños colombianos. Por último, es indispensable expresar un reconocimiento particular a las niñas y niños, familias, equipos técnicos de las entidades ejecutoras, funcionarios, consultores, líderes comunitarios y ciudadanos, quienes aportaron con su voluntad, conocimientos, y experiencias para transformar día a día la realidad y caminar hacia una mayor justicia social. |
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