Tres apuntes sobre el signo lingüístico
En el Cratilo de Platón (428/7 - 348/7 a J.C.) se plantea el problema de la exactitud del ónoma - nombre: ¿es ésta natural o convencional? es decir, ¿corresponde el nombre a la cosa por naturaleza o por convención y costumbre? En la primera parte del diálogo Sócrates trata de convencer a Hermógenes,...
- Autores:
-
Zaranka, Juozas
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1981
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/40514
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/40514
http://bdigital.unal.edu.co/30611/
- Palabra clave:
- Lingüística
filología
Platón
Sócrates
Hermógenes
diálogo
convencionalismo
etimologías
costumbre
signo lingüístico
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | En el Cratilo de Platón (428/7 - 348/7 a J.C.) se plantea el problema de la exactitud del ónoma - nombre: ¿es ésta natural o convencional? es decir, ¿corresponde el nombre a la cosa por naturaleza o por convención y costumbre? En la primera parte del diálogo Sócrates trata de convencer a Hermógenes, el partidario del convencionalismo, de que el nombre, como instrumento para distinguir las cosas y enseñarlas a los demás,debe ser exacto por naturaleza, porque de otra manera no lograría su propósito. La parte central, que es la más extensa del dialogo, esta dedicada a las etimologías que deberían apoyar la teoría de la exactitud natural de los nombres. Se buscan las de los nombres derivados, mientras que los nombres primitivos, según lo que expone Sócrates al terminar su conversación con Hermógenes, serian una imitación (mímema) fónica de las cosas. En la parte final del diálogo, Sócrates, discutiendo con Cratilo, cambia de posición: se debe conceder mayor importancia en el lenguaje a la convención y a la costumbre; además, como los antiguos creadores de nombres pudieron equivocarse al establecer el nombre, éste no es un guía seguro en el conocimiento de la realidad. Para conocerlas cosas hay que volver a ellas mismas. |
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