El día en que se dañó la tranquilidad: violencia sexual en las masacres de La Gabarra y el Alto Naya
Las masacres de Chengue (departamento de Sucre) y La Hormiga (departamento del Putumayo) fueron el comienzo de una tarea que ahora continúa con el análisis de las incursiones paramilitares en el Alto Naya y La Gabarra, cuya ruta de muerte y desplazamiento seguimos en clave de derechos de las mujeres...
- Autores:
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Céspedes Báez, Lina María
- Tipo de recurso:
- Book
- Fecha de publicación:
- 2011
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/58067
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/58067
http://bdigital.unal.edu.co/54618/
- Palabra clave:
- 3 Ciencias sociales / Social sciences
Autodefensas Unidas de Colombia
Conflicto armado
Desplazados
Masacres
Paramilitares
Violencia contra la mujer
Violencia contra las personas
Violencia sexual
Alto Naya
La Gabarra
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Las masacres de Chengue (departamento de Sucre) y La Hormiga (departamento del Putumayo) fueron el comienzo de una tarea que ahora continúa con el análisis de las incursiones paramilitares en el Alto Naya y La Gabarra, cuya ruta de muerte y desplazamiento seguimos en clave de derechos de las mujeres. Conocer la verdad desde el relato de las víctimas, sin perder de vista el contexto en el que se producen los hechos violentos ni los intereses que representan los victimarios, es parte de lo que intenta explicar este estudio. Por alguna razón, el conflicto armado en Colombia se dirige y se orienta desde cuarteles masculinos. Son hombres los miembros de la cúpula militar, de los secretariados y los comandos centrales, de los bloques que se proclaman como "héroes". ¿Cómo entender la violencia sexual contra las mujeres desde esta masculinidad en un país en el que predomina una visión machista de la guerra? Si bien hay mujeres en las filas de los grupos armados y de las Fuerzas Militares, es evidente que la guerra sigue siendo profundamente masculina en su concepción y dirección, aun cuando, paradójicamente, sus consecuencias deben leerse en perspectiva de género. CODHES presenta este informe reconociendo el valor de las sobrevivientes y las víctimas, con profundo respeto por las comunidades que padecieron (y siguen padeciendo) las consecuencias de la degradación del conflicto y con la esperanza de que la voz digna de las mujeres contribuya a que, por fin, se haga justicia. |
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