Paternalismo y resistencia: los trabajadores de Bavaria; 1889-1930. [Reseña]

Vigencia de la historia social. En el campo de los intereses contrapuestos que están siempre en lucha, la dominación se ejerce no sólo como coacción interior en las unidades productivas y laborales, fuertemente disciplinarias, o desde los aparatos represivos que monopolizan la violencia de manera le...

Full description

Autores:
Sánchez Angel, Ricardo
Martínez Fonseca, Juan Manuel
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2007
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/49607
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/49607
http://bdigital.unal.edu.co/43082/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Identidades
Masculinidad Hegemónica
Masculinidades Subalternas
Poder
Cervecería Bavaria
Homosocialidad
Paternidad
Reseña de Libros
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Vigencia de la historia social. En el campo de los intereses contrapuestos que están siempre en lucha, la dominación se ejerce no sólo como coacción interior en las unidades productivas y laborales, fuertemente disciplinarias, o desde los aparatos represivos que monopolizan la violencia de manera legítima y legal, sino, como sucede en el caso colombiano, de forma fáctica, ilegal e ilegítima. La dominación se ejerce sobre el tiempo de trabajo y en forma muy directa y minuciosa. Es el control cronométrico sobre procesos y resultados, con el trasfondo del escenario del mercado que ha logrado constituirse en la instancia superior sobre la economía, la sociedad, la naturaleza y lo humano. Se ejerce, además, sobre el tiempo libre, que paulatinamente ha dejado de ser el mundo de la vida, lugar del ocio y la creatividad, espacio para la autodeterminación personal y grupal, motor de la cultura democrática popular, para ser incorporado como parte constitutiva de la sociedad del espectáculo, de la industria cultural, consumista y alienante del capitalismo histórico. Una de las dimensiones en que se ha ejercido la dominación en los procesos productivos y de reproducción social, para que ésta aparezca como normal, natural, pero igualmente consentida y “dignificante”, es el paternalismo. Las relaciones de dominación no van en una sola dirección ni son verticales solamente; en torno a ellas interactúan los sujetos colectivos e individuales; se interioriza aceptando, sometiéndose a la dominación; se es vencido en la relación o se ejerce una resistencia, cuyo universo suele ser visible o invisible, expreso o clandestino, con el automanejo del tiempo que permite la disminución de la productividad o el cese de la misma con el paro o la huelga, cuando la resistencia se vuelve colectiva y avanza en su expresión clasista. Las relaciones de dominación son de doble vía, no hay amo sin esclavo y viceversa, explicó Hegel, en uno de los más luminosos capítulos de la Fenomenología del espíritu y, desde entonces, en la modernidad, los pensamientos históricos y sociales han transitado en torno a esta delimitación conceptual. Pero la realidad socioeconómica en su compleja existencia se dinamizó en unos procesos de lucha de clases, de avances y retrocesos, de progreso y barbarie. El desafío de los pensamientos históricos, del ejercicio de la investigación con criterios de objetividad y de búsqueda de sentido consiste en delimitar los tiempos en que se desarrollan estos procesos y se produce la mudanza de estructuras. Esta historia de los trabajadores de Bavaria encadena cinco momentos: 1) el contexto histórico – 1880-1930 - con las vicisitudes políticas y económicas del desarrollo industrial; 2) el implante tecnológico y empresarial de la cervecería Bavaria y su evolución hacia la fábrica capitalista-industrial; 3¬) las condiciones materiales de los trabajadores para su desempeño; 4) la forma de la dominación paternalista; y 5) los trabajadores en acción, constituidos propiamente como clase, lo que incluye el uso del tiempo libre en la época, como la diversión, la chicha y el alcoholismo; la vida en el barrio La Perseverancia y su conciencia político-sindical, en la cual el individualismo artesanal está presente: el primero de mayo, su prensa, sus conquistas en el entramado de las condiciones paternalistas de dominación. El autor logra historiar con líneas gruesas la evolución del país, el desarrollo industrial de Bavaria, el tránsito del taller a la fábrica en la producción cervecera; el carácter de firma extranjera arraigada en el liderazgo empresarial de la familia alemana Kopp y de su principal actor Leo Kopp, establecidos de vieja data en Colombia, lo que les permitió el conocimiento no sólo de los negocios, sino igualmente del Estado y la política. Juan Manuel Martínez documenta y analiza los lazos de poder de Bavaria con lo más encumbrado del Estado, el periodismo y las autoridades, en un contexto de luchas sociales.