Las Violencias contra las Mujeres en una Sociedad en Guerra

Las violencias contra las mujeres exceden los acontecimientos violentos, y abarcan su producción y reproducción como fenómeno social y discursivo. Los hechos violentos y los discursos sobre la violencia aparecen entrelazados, especialmente si se piensa en papel que juega la cultura patriarcal en el...

Full description

Autores:
Sánchez Gómez, Olga Amparo
Tipo de recurso:
Book
Fecha de publicación:
2008
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/51481
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/51481
http://bdigital.unal.edu.co/45601/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
34 Derecho / Law
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Tipología y Formas de Violencia
Patriarcado
Estereotipos de Género
Poder
Crítica Feminista
Autonomía
Actores Armados
Indicadores Sociales
Opresión
Cuerpo
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Las violencias contra las mujeres exceden los acontecimientos violentos, y abarcan su producción y reproducción como fenómeno social y discursivo. Los hechos violentos y los discursos sobre la violencia aparecen entrelazados, especialmente si se piensa en papel que juega la cultura patriarcal en el desarrollo, perpetuación y validación de las violencias contra las mujeres. “A las mujeres nos violan, nos asaltan y nos golpean, nos ultrajan, nos humillan, nos deshumanizan, nos manosean, nos asesinan, nos mutilan, nos prostituyen, nos martirizan; y sobre el hecho los varones afirman y aseguran en su ciencia, su literatura, en su práctica cotidiana, en sus chistes y en sus relaciones sociales que a las mujeres nos encanta. Más aún Gabriel García Márquez postula –poniéndolo en boca de la mujer, cosa que también es la violación- que los asaltantes y los violadores son los mejores amantes y que las mujeres nos dedicamos el resto de la vida a añorar la violación y a orar para que nuestro agresor regrese, nos ultraje y someta de nuevo, para “morir de amor entre sus brazos”. Para algunas personas puede parecer poco objetivo, que al hablar de las violencias y de la violencia sexual se haga referencia especialmente a las mujeres; sin lugar a dudas, no son las únicas que la sufren y la padecen; también las niñas, los niños y algunos varones. Pero para infortunio de las mujeres adultas, adolescentes y de las niñas, ellas son las víctimas privilegiadas de maltratadores, violadores y abusadores sexuales; las cifras en el país y en casi todo el globo terráqueo hablan de la violación permanente, sistemática y cotidiana de la cual ellas son víctimas y si bien la frecuencia del ataque físico y sexual es preocupante también lo es el acoso, la intimidación o el ridículo provocados, fundamentalmente por los varones, con el propósito de humillar, degradar o estigmatizar a las mujeres. La violencia no permite elegir, se habita, mutila y maltrata sin el consentimiento y contra la voluntad de las víctimas. Es el cuerpo el que sufre los abusos despiadados de las violencias, es golpeado, violado, mutilado, humillado y violentado. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que las víctimas necesitan apoyo, solidaridad, comprensión e iniciar un largo camino en la reconstrucción y aceptación de ese cuerpo violado y humillado; para volverlo habitar y apropiarse de él. Por ello, abordar las violencias contra las mujeres, en un contexto de guerra nos coloca frente a una amplia gama de fantasmas, discursos, signos y símbolos. Nos sitúa en la concepción que los sistemas socio-sexuales patriarcales modernos tiene de las mujeres, de las adolescentes y de las niñas; por ello, se hace imprescindible hablar del cuerpo, de la sexualidad y del poder; porque es a través del ejercicio despiadado del poder patriarcal que se viola uno de los más importantes derechos de los seres humanos: su intimidad corporal, su autonomía, su libertad para decidir con quien se tiene o no una relación afectiva, erótica o sexual. Tipo de estudio y propósitos: Existen diferentes experiencias, planteamientos y perspectivas y sin ánimo de homogeneizar, podemos afirmar que estamos comprometidas en construir formas inéditas de relación entre las mujeres, para autorizarnos entre nosotras, para situar algunas coordenadas de lectura que sean colectivas, para pensar juntas, para hacer habitable la propia posición feminista. Nuestro camino teórico y práctico ha sido y es asumir el feminismo no sólo como un movimiento intelectual y político a favor de las mujeres, sino también y principalmente como movimiento subjetivo de politización de la vida cotidiana, que hace de lo personal, de lo cotidiano, de lo más ínfimo, una constante problematización, capaz de subvertir los modos de vida y ampliar nuestra capacidad de decisión y autonomía sobre nuestras vidas. En el estudio se describen las violencias contra las mujeres acontecidas en el período 2000-2005, en el contexto de una sociedad en conflicto armado; sus manifestaciones, frecuencia y actores. Es decir, con base en las estadísticas, tanto de las instituciones estatales2 como de organizaciones no gubernamentales, se analizó la información sobre los aspectos fundamentales de las violencias contra las mujeres, en el ámbito público, perpetradas por los actores armados, paramilitares, desmovilizados, guerrillas, fuerza pública; y en el ámbito privado, como la familia, escenario en donde supuestamente a las mujeres se les “ama y protege”. La información se recoge a nivel nacional y en los nueve departamentos en los cuales tiene puntos focales la Ruta Pacífica: Antioquia, Valle del Cauca, Cauca, Putumayo, Santander, Chocó, Risaralda, Bogotá, Bolívar, sin indicar cómo se relacionan las múltiples violencias contra las mujeres, sus causas y sus expresiones regionales y culturales; tan sólo se registra su frecuencia, sus modalidades, los ámbitos en los cuales se perpetra y los actores que la ejercen; en el contexto del sistema socio-sexual patriarcal que ha apropiado el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. Para el análisis de las violencia contra las mujeres perpetrada por los actores armados, paramilitares, desmovilizados, guerrilla y agentes de la fuerza pública, se diseñó una matriz con variables e indicadores y se construyó una base de datos sobre violaciones a los derechos humanos (a la vida, la libertad y la integridad física, psicológica y moral) de mujeres y niñas a causa de los actores armados y la violencia política social, así como las infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), a partir de los casos consignados en las revistas trimestrales de Noche y Niebla, desde Enero de 2002 hasta la publicación semestral de Enero a Junio de 2006 (todas disponibles en Internet).