Los objetivos del desarrollo

Abordar los objetivos del desarrollo implica abordar de manera crítica el problema del crecimiento económico. Tanto el concepto de crecimiento como la manera de alcanzarlo en la práctica deben ser puestos en cuestión. El  crecimiento no es un fin, es un medio para acceder al desarrollo; y el desarro...

Full description

Autores:
Currie, Lauchlin
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1993
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/38355
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/38355
http://bdigital.unal.edu.co/28447/
Palabra clave:
teoría económica
economía keynesiana
sistemas económicos
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Abordar los objetivos del desarrollo implica abordar de manera crítica el problema del crecimiento económico. Tanto el concepto de crecimiento como la manera de alcanzarlo en la práctica deben ser puestos en cuestión. El  crecimiento no es un fin, es un medio para acceder al desarrollo; y el desarrollo no debe ser entendido como una meta, sino como un proceso permanente de aprendizaje tendiente a que se alcance un mayor control sobre el medio ambiente y mayores grados de bienestar. No se trata de incrementar linealmente las cifras del PIB; debe procurarse un desarrollo, un crecimiento sostenido que, sin amenazar al hombre ni a los recursos de la naturaleza, pueda conducir hacia la erradicación de la pobreza absoluta y relativa. Las bajas tasas de crecimiento de los países menos desarrollados constituyen un problema estructural que no puede ser resuelto acudiendo a los mecanismos neoclásicos de movilidad, ni tampoco a fórmulas keynesianalas - las cuales han servido de inspiración a los modelos de crecimiento tipo Harrod-Domar, que se reducen a estimular el ahorro y acabar con el desempleo concentrándose exclusivamente en la demanda monetaria. Salir del círculo vicioso del bajo crecimiento implica erradicar la pobreza sin caer en el inmediatismo de un ataque directo al problema. En lo que respecta a los países más desarrollados, el crecimiento comienza a tornarse perjudicial y, dada la prevalencia del consumo ostensible y de la emulación pecuniaria, se hace imperativo fomentar motivaciones no económicas, que permitan erradicar la pobreza relativa.