Sociología américana

Es evidente que no existe una Ciencia Sociológica especial para América, sino laaplicación de lasleyesdelaSociologíaalarealidad deeste hemisferio. Pero América es el más rico material para la Sociología. El Nuevo Mundo es un inmenso laboratorio sociológico. En Europa hay naturalmentegrandes problema...

Full description

Autores:
Montaña Cuéllar, Diego
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2001
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/25146
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/25146
http://bdigital.unal.edu.co/16183/
Palabra clave:
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Es evidente que no existe una Ciencia Sociológica especial para América, sino laaplicación de lasleyesdelaSociologíaalarealidad deeste hemisferio. Pero América es el más rico material para la Sociología. El Nuevo Mundo es un inmenso laboratorio sociológico. En Europa hay naturalmentegrandes problemas sociales, pero nunca presentan las características de originalidad y complejidad que ofrecen los problemas americanos, donde los pueblos están todavía en pleno desarrollo, en proceso de adaptación a un medio físico singularmente original ydonde aparecen cuestiones como las delas culturas precolombinas, el origen de las sociedades aborígenes, la formación delas nacionalidades, las formas políticas, las revoluciones caudillistas que son temas genuinos de América. El hecho de haber encontrado laSociología en nuestro continente su másalto grado de sistematización, indicaque América es para esta ciencia vasto campode aplicación, de experimentación yde enriquecimiento. La Sociología es aún empírica. Trabaja con un materialque se elabora todos los días por lo que la inestable realidad americana le ofrece toda suerte de oportunidades. El hecho social americano, sus características, así como las causas de que dependen, no pueden descubrirse sino a condición de que el espíritu se despoje de todo formalismo y salga de símismo en busca de un Nuevo Mundo, exterior, precisable, diferenciable. Por eso en América, más que en parte alguna, tiene plena validez el sistema impuesto por Durkheim de estudiar los hechos sociales como "cosas, objetivamente".