Chingaza: agua para el año 2000 ¿y mientras tanto?

De tiempo atrás la ciudad de Bogotá ha sobrellevado una deficiente prestación del servicio de acueducto. En la década del 60 se presentó un incremento acelerado de la demanda, obligando a la EAAB a establecer un plan maestro de acueducto (Primero y Segundo planes de ensanche), que pretendía satisfac...

Full description

Autores:
Amórtegui, Francisco
Huertas, Luis A.
Barbosa, William
Pulido, Camilo
Herrera, Fernando
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1985
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/32774
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/32774
http://bdigital.unal.edu.co/22854/
Palabra clave:
Chingaza project
Water reservoirs
Tunnels
Wells
Dams
Ingeniería eléctrica
Ingeniería hidráulica
Proyecto Chingaza
Embalses
Túneles
Pozos
Presas
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:De tiempo atrás la ciudad de Bogotá ha sobrellevado una deficiente prestación del servicio de acueducto. En la década del 60 se presentó un incremento acelerado de la demanda, obligando a la EAAB a establecer un plan maestro de acueducto (Primero y Segundo planes de ensanche), que pretendía satisfacer la demanda de la época y garantizar el suministro hasta 1990. Las obras de la primera etapa del segundo plan deberían terminarse en 1977, año en que se coparía la capacidad instalada, de acuerdo con las proyecciones de 1970. Sin embargo, las obras de captación, conducción y tratamiento se entregaron hasta 1983 con un costo cercano al 300% del presupuestado. El proyecto funcionó cuatro meses, pero fue necesario sacarlo del servicio por el taponamiento total que sufrió el túnel principal, cuya reparación tardó más de 16 meses; luego entró en operación de prueba y sufrió un daño en la válvula reguladora. En la actualidad, la EAAB no ha señalado responsables de las múltiples fallas que se  presentaron, y los usuarios se encuentran sometidos a pagar los sobrecostos, a un racionamiento sectorizado y al peligro de un racionamiento en toda la ciudad.