Individuo y subjetividad femenina
Hoy por hoy se puede afirmar que el pensamiento es una fuerza nómada, es una potencialidad que extrae de la marginación su razón de ser y la capacidad de inventar y crear. Si antes el pensamiento se circunscribía a un sujeto adecuado a una realidad apropiable, hoy se puede decir que el pensamiento e...
- Autores:
-
López, Martha
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2001
- Institución:
- Universidad Nacional de Colombia
- Repositorio:
- Universidad Nacional de Colombia
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53081
- Acceso en línea:
- https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53081
http://bdigital.unal.edu.co/47587/
- Palabra clave:
- 3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Derechos Humanos
Ejercicio de la Ciudadanía
Reconocimiento de Derechos
Revolución Francesa
Sujeto
Filosofía
Poder
Bio-poder
Violencia Simbólica
Exclusión Social
Patriarcado
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Summary: | Hoy por hoy se puede afirmar que el pensamiento es una fuerza nómada, es una potencialidad que extrae de la marginación su razón de ser y la capacidad de inventar y crear. Si antes el pensamiento se circunscribía a un sujeto adecuado a una realidad apropiable, hoy se puede decir que el pensamiento es molecular y está atravesado por afecciones y pasiones capaces de accionar los cuerpos y el deseo, además de afirmar que el paradigma actual es protoestético; ya no es la estructura, ni los sistemas, no es la cibernética lo que permite ver y construir la realidad, es el flujo y la fuerza que combina el caos, la alteridad y el cosmos, aquello que hace la mirada contemporánea; así se abre paso un universo que permanentemente se reconstruye y se retroalimenta en los límites. El pensamiento actual -donde confluyen la física, la química, la biología, la antropología, la filosofía, la psicología etc.- indaga de modo prioritario por la subjetividad y, al hacerlo, los seres humanos, no sólo nos pensamos sino también indagamos la diferencia que nos constituye y nos transforma. La idea del Sujeto no puede disociarse de la idea de ciudadanía; mejor aún el ciudadano como entidad individual y privada no podría existir sin la consideración filosófica que provee la metafísica occidental y la figura de la representación: el sujeto enfrentado a una realidad dada. La relación sujeto-objeto que ha valorado la filosofía está basada en una idea del ser; de sujeto cognoscente y de mundo dado; esta imagen representativa ha estado presente y ha itinerado en el pensamiento occidental sesgando las proposiciones de verdad a un lado o al otro y asignando la prioridad ya al sujeto ya al objeto según se trate del idealismo o el materialismo. |
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