Geografía y literatura americanas

“ Cuando tu mirada penetra largo tiempo en el fondo del abismo, el abismo también penetra en ti” . Nietzsche 1 Desde el descubrimiento de América, la tierra nueva ha ejercido una grande influencia sobre la mentalidad europea. La Utopía, uno de los símbolos, con el derecho natural, de la civilización...

Full description

Autores:
López Tamés, Román
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1959
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/63373
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/63373
http://bdigital.unal.edu.co/63678/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
32 Ciencia política / Political science
4 Lenguas / Language
91 Geografía y viajes / Geography and travel
Geografía
Literatura americana
Utopía
Política
Igualdad humana
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:“ Cuando tu mirada penetra largo tiempo en el fondo del abismo, el abismo también penetra en ti” . Nietzsche 1 Desde el descubrimiento de América, la tierra nueva ha ejercido una grande influencia sobre la mentalidad europea. La Utopía, uno de los símbolos, con el derecho natural, de la civilización occidental cristiana, supone un escape, una fuga ascensional al deber ser cuando el espíritu construido con definidas apetencias no encuentra en el medio ambiente la satisfacción de ellas. Tomás Moro, Campanella, Swift fueron constructores de Utopías cuando se descubría un nuevo mundo y en él, por nuevo y desconocido, objeto de toda posibilidad, edificaron una acción ideal que 110 era más que un deseo vehemente de perfecta estructura social, frente a la pobre realidad política europea de su tiempo. Pero 110 es sólo en el terreno de la elaboración política en donde América se ha prestado con su novedad del “ todo por hacer” como la conocían los europeos, para marco de elaboración cultural. Fue campo soñado para la elaboración de la novela. El escenario europeo estaba excesivamente manoseado y era necesario encontrar a los protagonistas fingidos de la comedia humana un nuevo escenario. Esto pretende Bernardin de Saint-Pierre, discípulo de Rousseau y como él decidido partidario de la teórica vuelta al “ estado de naturaleza” y uno de los primeros en ubicar en el continente americano un idilio de viejo estilo. Así dice en el preámbulo de su novela Pablo y Virginia: “Me he propuesto grandes designios en esta obrita. He tratado de pintar un suelo y una vegetación diferentes de los de Europa. Por demasiado tiempo nan hecho nuestros poetas descansar a sus amantes a la margen de los arrovos y bajo la tupida hiedra. Y o he querido sentarlos a la ribera del mar, al pie de las rocas, a la sombra ele los cocoteros, de los bananos y de los limoneros en flor. No faltan en la otra parte del mundo más que Teócritos y Virgilios para que tendamos cuadros, por lo menos tan interesantes como los de nuestro país”