¿Debemos leer a Simone de Beauvoir?

Dado que las hijas tienden a tener relaciones ambivalentes con sus madres, no debería sorprendernos que cincuenta años más tarde, las académicas feministas todavía no sepan muy bien qué hacer con El segundo sexo. Cuando la obra monumental de Simone de Beauvoir sobre las mujeres apareció en inglés en...

Full description

Autores:
Bauer, Nancy
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
2006
Institución:
Universidad Nacional de Colombia
Repositorio:
Universidad Nacional de Colombia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.unal.edu.co:unal/53565
Acceso en línea:
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/53565
http://bdigital.unal.edu.co/48160/
Palabra clave:
3 Ciencias sociales / Social sciences
36 Problemas y servicios sociales, asociaciones / Social problems and social services
Beauvoir, Simone de, 1908-1986
Teoría feminista
Feminismo contemporáneo
Filosofía
Roles de género
Feministas académicas
Esencialismo
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:Dado que las hijas tienden a tener relaciones ambivalentes con sus madres, no debería sorprendernos que cincuenta años más tarde, las académicas feministas todavía no sepan muy bien qué hacer con El segundo sexo. Cuando la obra monumental de Simone de Beauvoir sobre las mujeres apareció en inglés en 1953, no había suficientes académicas feministas para amarlo o detestarlo. La teoría feminista no se inventaría a sí misma sino un par de décadas más tarde; una vez lo hizo, obtuvo su nutrición intelectual, al menos inicialmente, primordialmente del marxismo más que de Beauvoir. Cuando la teoría feminista comenzó a despegar, los libros de Betty Friedan La mistificación de lo femenino (1963) y de Kate Millett La política sexual (1971) habían suplantado a El segundo sexo como puntos de unión en pro de la liberación de la mujer. Cualquiera que lea los libros de Friedan o Millet comparándolos con El segundo sexo verá la influencia de Beauvoir, aunque algunas veces refractada de maneras poco usuales, en casi todas las páginas – a pesar de la pobreza de referencias a esta obra-. Como lo hizo El segundo sexo, estos dos libros asombraron a la población en general y le dieron a las mujeres nuevas formas para construir y articular su experiencia.